La norma, sin antecedentes en el país según los autores, pretende “evitar el sufrimiento ocasionado por tratamientos traumáticos o desproporcionados a los resultados obtenibles en personas con un pronóstico claramente desfavorable, respetando su eventual decisión de sobrellevar sus dolencias con la mayor dignidad en el final de sus vidas”, señalaron.
Grilli, quien además de diputado es médico neurólogo, afirmó que “no hay ninguna semejanza entre esta iniciativa y la eutanasia, la cual queda expresamente prohibida en esta misma ley”.
Por el contrario, el legislador indicó que lo que se intenta es “evitar mayores daños a quienes tienen que padecer la angustiante situación de su agonía, pudiendo desistir de la aplicación de prácticas o tratamientos que aumenten su dolor, degraden su calidad de vida, los alejan de sus seres queridos en una instancia en la que más se los necesita, o produzcan un deterioro de su moral a cambio de un resultado frecuentemente poco o nada satisfactorio”.
El proyecto prevé los mecanismos de control previos al desistimiento de los tratamientos, que deberá ser hecho por la manifiesta voluntad del paciente, excepto cuando se encuentre en un estado que le impida expresarse. En este último caso, se notificará a la persona que represente al paciente, la que dará intervención a un juez, quien deberá expedirse en un plazo de 72 horas desde la presentación judicial.
El desistimiento puede ser revocado de forma inmediata por el paciente, del mismo modo que se garantizará la continuidad de los cuidados paliativos que necesite hasta su fallecimiento, manteniendo “en todo momento la plena vigencia de sus derechos y gozando de la compañía de las personas de su elección”, a las que se les brindará el asesoramiento profesional acorde a las necesidades generadas por su situación.
Un artículo del texto del proyecto de ley se dedica especialmente al médico interviniente, el que deberá contar con las garantías de que su ejercicio profesional será protegido y en ningún caso será pasible de responsabilidades penales por dar cumplimiento a esta norma.
Grilli remarcó que “la eutanasia es el proceso por el cual uno ayuda a la muerte; eso acá no se da de ninguna manera. Se trata de que el paciente tenga acceso a todo lo que criteriosamente pueda posibilitarle extender su vida sin sufrimiento, sabiendo que hay métodos que no mejoran absolutamente nada”.