Fuentes policiales y judiciales confirmaron que a fines de la semana pasada y principios de esta, los padres de cinco menores de entre 9 y 10 años radicaron denuncias en las comisarías 10ª y cuarta por el supuesto delito de exhibiciones obscenas.
En la presentación los progenitores, hicieron notar que el hombre en cuestión paraba en un auto azul o verde en las esquinas de las escuelas y tras llamar a las víctimas ejecutaba las deplorables acciones, acompañadas de diálogos de baja estofa. En todos los casos, el depravado vestía de uniforme militar color verde y gorra y tras pocos segundos de diálogo descendía del rodado, se desprendía el pantalón y bajaba su ropa interior para luego manosear sus partes íntimas y proferir todo tipo de groserías a los asustados niños.
Los hechos llegaron a una situación tal de gravedad que en la última exhibición el hombre intentó manotear una niña y subirla por la fuerza al auto.
Los investigadores dejaron en claro que las denuncias son “tan contundentes y llena de datos creíbles, que las víctimas, sin conocerse entre sí, coincidieron en dar pelos y señales del exhibicionista que determinaron concluir con un alto grado de probabilidad en sospechar del policía, hoy pasado a tareas pasivas en la institución, luego de conocerse el procesamiento en la Justicia por un hecho de similares características”.
Se destacó que la jueza Badano dictó el auto de procesamiento al oficial de la policía el 13 de febrero de 2006 por exhibiciones obscenas a niñas. La denuncia la formularon los padres en la comisaría 14ª. Enterados de esta situación las autoridades policiales de la provincia y la jefatura impusieron la normativa de avanzar hasta las últimas consecuencias sin importar el rango o jerarquía. “Los jefes están molestos con este episodio, pero en esta gestión no se tapa ni cubre a nadie. La orden es llegar hasta el fondo caiga quien caiga”, se remarcó.
Se indicó que el depravado no sólo que “actúa con toda intencionalidad, sino que además trata de promover confusión a las víctimas vistiendo ropa militar con colores llamativos, de modo que las niñas traten de fijar la mirada en el atuendo y no en la cara”. En los últimos días las víctimas, tras un trabajo de contención de parte de personal especializado, avanzaron en retratos hablados que serán fundamentales para lograr el avance de la causa.