Los ambientalistas reclamaron a los concejales responsabilidad social y estar “a la altura de lo que los concordienses necesitan y exigen, sancionando una ordenanza que preserve los espacios mencionados”.
Según explicitan, muchos integrantes de esta Asamblea han tenido, o tienen en la actualidad, dificultades habitacionales, por lo que “se puede asegurar que la problemática de la vivienda no les es ajena, como tampoco lo es para la entidad en su conjunto”. “El derecho a una vivienda digna consagrado en los art.14º bis y 41º de la Constitución Nacional y 22º y 25º de la Constitución Provincial, es uno de los derechos inalienables del ser humano. Nada más lejano al pensamiento de esta Asamblea oponerse a ese derecho”, sostuvieron en el escrito.
Sin embargo consideraron también que intentar resolver necesidades apremiantes, sin antes haber realizado los estudios de impacto ambiental previos a la construcción, “resulta temerario, dado que, esas medidas se volverán en contra de los beneficiarios, como así también de la población en general, al afectar los pulmones verdes de una ciudad cuya población aumenta a un ritmo creciente”.
Por ello, la Asamblea manifiesta “enérgicamente estar a favor de la promoción social e inclusión de quienes, hoy, no gozan de los derechos inherentes a la dignidad de las personas, pero aclara, que en nombre de la responsabilidad social otorgada por quienes la integran, no cesará en su propósito de concientizar sobre la necesidad y el derecho a disfrutar de un ambiente natural que favorezca una vida saludable, objetando y denunciando cualquier medida circunstancial que no contemple ese derecho básico”, señalaron.
Los integrantes de la Asamblea también recordaron que los terrenos, tiempo atrás, fueron considerados por el gobernador Sergio Urribarri, como propicios para la ampliación del Parque San Carlos, preservando la selva en galería y la reserva de aves, en apoyo a un proyecto del municipio y entidades intermedias.
Por su parte, Lascurain puntualizó que se trata de 800 viviendas –a cuatro integrantes o más se estima que habitarán en la zona no menos de 3.200 personas- que no pueden ser emplazadas en cualquier terreno. “Debe tener comunicación, energía y servicios como cloaca y aguas, en la valoración que se hizo en el momento de refrendar la ordenanza que permitía el emplazamiento en esa zona se tuvo en cuenta todo eso. Ese terreno es fácilmente conectable, accesible, hace falta un transformador para llevar energía. Solamente había un inconveniente que se va a solucionar corriendo una línea de alta tensión que pasa por ahí 100 metros”, señaló.
Además acotó que el intendente Gustavo Bordet ya firmó un convenio donde se menciona que, a principios del año próximo, comienza la construcción. “Si hay que cambiar el lugar, se los estudiará, pero creo que en esa zona va a ser definitivamente el emplazamiento del barrio”, indicó Lascurain.
Respecto de las zonas verdes que se necesita preservar para la ciudad, el edil mencionó que esa función la cumplen, en esa zona, la selva en galería y el borde costero. “Esa zona no tiene ese déficit. Si el centro de Concordia puede tenerlo, pero no específicamente esa zona”, dijo.
Incluso, Lascurain señaló que en el nuevo Código de Ordenamiento Urbano -se estima estará listo en octubre- donde se establece los parámetros directrices de la ciudad para los próximos 50 años “se tienen muy en cuenta los pulmones verdes”. En ese trabajo se separaron zonas de la ciudad que no serán urbanizadas y se estudia dejar establecido un mayor factor de ocupación del suelo. Eso significa que se apunta a construcciones más metros cuadrados en porcentajes menores de superficie para destinar lo restante a espacios verdes, según explicó a los ediles el urbanista a cargo del trabajo.