La clave de ese acuerdo fue la muy trabajada y trabajosa predisposición al consenso entre los sectores más moderados de centro derecha, al que pertenecía el designado presidente Adolfo Suárez, y los de centro izquierda incluido el Partido Comunista Español, que recién había sido legalizado a principios de ese año. No fue un acuerdo para nada sencillo, porque todos tuvieron que hacer concesiones a regañadientes, pero los frutos se comenzaron a ver a los pocos años y se continúan disfrutando en la actualidad.
Cuantas veces un Pacto de la Moncloa “a la Argentina” se intentó realizar sin éxito alguno. Podemos decir que muchas como así también fueron muchas las excusas para no concretarlo.
Esta vez quiero ser menos ambicioso e imaginarme algo más modesto, un Pacto de la Moncloa local, bien concordiense. Sera Posible? Que cosas nos asemejan a esa realidad española de 1977 .Creo que varias: En principio una pobreza extrema que no solo nos golpea cuando los índices se sinceran en los medios cada vez que se publican, sino también cuando recorremos esos barrios marginales signados por la indigencia que muchas veces nos negamos a ver.
También nos asemejamos a esa realidad española cuando vemos la profunda división social marcada por una parte a través de una aristocracia melancólica que añora los tiempos de bonanza signados por empaques, barracas, el puerto y toda una fuerza económica que supo movilizar a la ciudad.
Por otra parte los populismos de siempre que, aprovechándose de algunos excesos cometidos por esa aristocracia, usufructúan sus oportunidades de poder para “dar pescado en lugar de enseñar a pescar” y, de esa manera, mantener voluntades cautivas que les permite-solo a ellos- acumular fortunas.
Para completar en el momento de finalizar la construcción del complejo hidroeléctrico y en cada fin de cosecha se siguieron y se siguen incrementando las familias que quedan en la ciudad esperanzados en que el futuro les depare algo mejor. La mayoría cuanto mucho consigue una dadiva del estado que no les permite mejorar su calidad de vida en términos reales.
Porque insisto con un pacto local? Porque a pesar de todo lo negativo que vengo mencionando también hay cosas muy positivas en esta Concordia algunas mal explotadas y otras aun totalmente vírgenes.
Por un lado hay recursos naturales muy propicios para el Turismo y esa chimenea sin humos que la actividad implica. Pero no seamos ciegos ni cortoplacistas, sabemos que eso ayuda pero no alcanza. Pero además tenemos infinidad de recursos para desarrollar una intensa actividad industrial. Recursos energéticos (Gas y Electricidad) en cantidades importantes en la puerta misma del parque industrial, fácil y rápido acceso a la autovía del Mercosur, vías del ferrocarril, cercanía al Rio Uruguay, Puerto etc. etc. etc.
Se define económicamente como renta a lo que se obtiene de esa rareza natural que un suelo tiene y que le permite obtener beneficios adicionales por largo plazo. Eso es el ¨Salto Grande¨ que los abuelos de Concordia añoran y que fue la base de esa monumental obra hidroeléctrica. Igual que esos pozos de petróleo sureños, pero con más reservas y seguramente más limpias..
Podemos discutir y no acordar si hasta aquí esos beneficios fueron bien o mal administrados, pero no podemos dejar de ACORDAR (dentro de ese pacto) cual es el modo más adecuado para que en adelante los mismos realmente tengan un destino fructífero. Tal vez ese destino pueda ser un verdadero desarrollo industrial que propicie la radicación de industrias con turnos de 100 0 200 trabajadores cada una. Seguramente eso cambiara la cultura del pescado que mencionamos antes. Estoy convencido que eso es posible, no es una utopía.
Y no lo es porque además hay recursos humanos para lograrlo. En la misma ciudad existen casas de altos estudios en las ramas de la técnica y la economía para planificar, organizar y diseñar este desarrollo industrial y colegios de enseñanza media donde se pueden formar intelectual y manualmente a los futuros operarios. No serian muchos los ejes principales sobre los que habría que trabajar, Educación, Recursos Energéticos, Seguridad Jurídica….etc.
Hace falta si grandeza para deponer pequeñeces individuales y mirar en perspectiva para definir tres o cuatro ejes sobre los cuales trabajar y que no se modificaran cualquiera sea el color del partido que gobierne. Es decir transformar esos ejes en políticas de estado como en esa España de 1977 pero en nuestra Concordia de este milenio. En cada elección si se podrá luchar por mostrar quien tiene mejores ideas para mejorarlas y nuevas propuestas superadoras. Pero debemos abandonar esa mala costumbre-bien argentina- de criticar en la oposición lo que antes como oficialismo apoyábamos y viceversa. Pertenezco a una ONG que estuvo a punto de concretar con una gestión el tan necesario Parque de Educación Vial en Concordia. Otra Gestión (menos mal que del mismo color) prácticamente lo enterró. Eso no nos debe ocurrir más si queremos salir adelante. Lo que es necesario y conveniente es bueno sea quien sea el que lo ejecute.
Para concluir propongo que desde algún lugar neutral como pueden ser las Facultades locales se convoque a las fuerzas políticas e institucionales para definir tres o cuatros ejes sobre los cuales, a partir del pacto de la Moncloa local (obviamente habría que buscarle algún nombre propio), nos pongamos a trabajar seriamente por el despegue de Concordia. Desde mi humilde lugar me pongo a disposición.La clave de ese acuerdo fue la muy trabajada y trabajosa predisposición al consenso entre los sectores más moderados de centro derecha, al que pertenecía el designado presidente Adolfo Suárez, y los de centro izquierda incluido el Partido Comunista Español, que recién había sido legalizado a principios de ese año. No fue un acuerdo para nada sencillo, porque todos tuvieron que hacer concesiones a regañadientes, pero los frutos se comenzaron a ver a los pocos años y se continúan disfrutando en la actualidad.
Cuantas veces un Pacto de la Moncloa “a la Argentina” se intentó realizar sin éxito alguno. Podemos decir que muchas como así también fueron muchas las excusas para no concretarlo.
Esta vez quiero ser menos ambicioso e imaginarme algo más modesto, un Pacto de la Moncloa local, bien concordiense. Sera Posible? Que cosas nos asemejan a esa realidad española de 1977 .Creo que varias: En principio una pobreza extrema que no solo nos golpea cuando los índices se sinceran en los medios cada vez que se publican, sino también cuando recorremos esos barrios marginales signados por la indigencia que muchas veces nos negamos a ver.
También nos asemejamos a esa realidad española cuando vemos la profunda división social marcada por una parte a través de una aristocracia melancólica que añora los tiempos de bonanza signados por empaques, barracas, el puerto y toda una fuerza económica que supo movilizar a la ciudad.
Por otra parte los populismos de siempre que, aprovechándose de algunos excesos cometidos por esa aristocracia, usufructúan sus oportunidades de poder para “dar pescado en lugar de enseñar a pescar” y, de esa manera, mantener voluntades cautivas que les permite-solo a ellos- acumular fortunas.
Para completar en el momento de finalizar la construcción del complejo hidroeléctrico y en cada fin de cosecha se siguieron y se siguen incrementando las familias que quedan en la ciudad esperanzados en que el futuro les depare algo mejor. La mayoría cuanto mucho consigue una dadiva del estado que no les permite mejorar su calidad de vida en términos reales.
Porque insisto con un pacto local? Porque a pesar de todo lo negativo que vengo mencionando también hay cosas muy positivas en esta Concordia algunas mal explotadas y otras aun totalmente vírgenes.
Por un lado hay recursos naturales muy propicios para el Turismo y esa chimenea sin humos que la actividad implica. Pero no seamos ciegos ni cortoplacistas, sabemos que eso ayuda pero no alcanza. Pero además tenemos infinidad de recursos para desarrollar una intensa actividad industrial. Recursos energéticos (Gas y Electricidad) en cantidades importantes en la puerta misma del parque industrial, fácil y rápido acceso a la autovía del Mercosur, vías del ferrocarril, cercanía al Rio Uruguay, Puerto etc. etc. etc.
Se define económicamente como renta a lo que se obtiene de esa rareza natural que un suelo tiene y que le permite obtener beneficios adicionales por largo plazo. Eso es el ¨Salto Grande¨ que los abuelos de Concordia añoran y que fue la base de esa monumental obra hidroeléctrica. Igual que esos pozos de petróleo sureños, pero con más reservas y seguramente más limpias..
Podemos discutir y no acordar si hasta aquí esos beneficios fueron bien o mal administrados, pero no podemos dejar de ACORDAR (dentro de ese pacto) cual es el modo más adecuado para que en adelante los mismos realmente tengan un destino fructífero. Tal vez ese destino pueda ser un verdadero desarrollo industrial que propicie la radicación de industrias con turnos de 100 0 200 trabajadores cada una. Seguramente eso cambiara la cultura del pescado que mencionamos antes. Estoy convencido que eso es posible, no es una utopía.
Y no lo es porque además hay recursos humanos para lograrlo. En la misma ciudad existen casas de altos estudios en las ramas de la técnica y la economía para planificar, organizar y diseñar este desarrollo industrial y colegios de enseñanza media donde se pueden formar intelectual y manualmente a los futuros operarios. No serian muchos los ejes principales sobre los que habría que trabajar, Educación, Recursos Energéticos, Seguridad Jurídica….etc.
Hace falta si grandeza para deponer pequeñeces individuales y mirar en perspectiva para definir tres o cuatro ejes sobre los cuales trabajar y que no se modificaran cualquiera sea el color del partido que gobierne. Es decir transformar esos ejes en políticas de estado como en esa España de 1977 pero en nuestra Concordia de este milenio. En cada elección si se podrá luchar por mostrar quien tiene mejores ideas para mejorarlas y nuevas propuestas superadoras. Pero debemos abandonar esa mala costumbre-bien argentina- de criticar en la oposición lo que antes como oficialismo apoyábamos y viceversa. Pertenezco a una ONG que estuvo a punto de concretar con una gestión el tan necesario Parque de Educación Vial en Concordia. Otra Gestión (menos mal que del mismo color) prácticamente lo enterró. Eso no nos debe ocurrir más si queremos salir adelante. Lo que es necesario y conveniente es bueno sea quien sea el que lo ejecute.
Para concluir propongo que desde algún lugar neutral como pueden ser las Facultades locales se convoque a las fuerzas políticas e institucionales para definir tres o cuatros ejes sobre los cuales, a partir del pacto de la Moncloa local (obviamente habría que buscarle algún nombre propio), nos pongamos a trabajar seriamente por el despegue de Concordia. Desde mi humilde lugar me pongo a disposición.