Un nuevo pedido de Eme Multiespacio desvela a los vecinos

Batistella recordó que el emprendimiento está emplazado en una zona residencial donde no se permite ese tipo de actividades. No obstante, destacó el acuerdo del Concejo para que pueda funcionar de manera acorde la zona donde está emplazado. Sastre les indicó que hay una colisión de derechos en ese tema. “Yo le plantee que el derecho de un particular a acceder a una excepción en un lugar donde no está permitido ¿Pesa más que el derecho a la salud y calidad de vida de las familias? Por supuesto que no”, indicó el vecino. “Nuestra preocupación es que lo vuelvan a habilitar a cielo abierto y que volvamos a perder nuestra calidad de vida y nuestra salud”, dijo.

El jueves 11 de agosto pasado, el Concejo Deliberante, por 11 votos, habilitó por vía de excepción la realización de eventos en el salón EME Multiespacio ubicado en el barrio Parque San Carlos, a orillas del río Uruguay, una zona que no está autorizada para ese tipo de actividades de acuerdo al Código Urbano de Uso del Suelo y Ordenamiento Territorial de Concordia. En abril pasado, la empresa se había quedado sin habilitación para poder seguir funcionando. No obstante, a pesar de las quejas de los vecinos, los concejales, a través de una excepción solicitada por la empresa, dieron su aprobación para que el salón de eventos vuelva a funcionar. Una de las condiciones para volver a trabajar no utilizar música en espacios abiertos o jardines del predio y delimitar un estacionamiento de vehículos de forma que no obstaculice el tránsito en la zona.

La empresa pidió, a cambio de la habilitación, construir un muro perimetral para aminorar el sonido. “¿Con un muro se mitiga la cuestión de fondo? Sabemos que no”, dijo Batistella. Sastre, en tanto, manifestó que no tenía conocimientos técnicos adecuados como para saber si un muro puede amortiguar el ruido.  

Además, Batistella remarcó que fueron cinco vecinos a la reunión en representación de otros que le hicieron saber al edil que también los acompañaban, pero no podían concurrir al encuentro. “Le explicamos el perjuicio que sufrimos en cuanto a la salud y la calidad de vida, el sueño interrumpido, salir al patio de tu casa y no poder estar porque retumba; querer dormir y no poder un jueves, un viernes o un sábado. ¿Cuánto más tenemos que estar atento a esto?”, añadió. Incluso, le sugirieron al edil estar tres o cuatro días durmiendo de manera interrumpida. “Y a eso multiplícalo por cinco años”, reflexionó el vecino.  

El edil sostuvo que los vecinos tienen una posición definida y la sostienen con argumentos. Por ello, dijo que le parecía válido escucharlos. Pero, al mismo tiempo, indicó que los dueños de Eme también tienen sus razones. “La verdad es que la municipalidad está haciendo de árbitro entre vecinos y un emprendimiento privado. La municipalidad no va a sacar ningún provecho ni nada: es un problema entre vecinos y el dueño”, dijo.

Sastre admitió que no vive en el barrio y no padeció el problema en carne propia como los vecinos.  Por ello, el concejal -además de abogado es mediador- sostuvo que en la ciudad hace falta un centro de mediación comunitaria tal como existe en Paraná. “Donde estos temas se puedan abordar de esa manera. Una de las preguntas que les hice a los vecinos es si alguna vez hablaron con el dueño de Eme en una mesa. Y nunca tuvieron ese espacio de diálogo”, indicó. “¿Cómo puede ser que nunca se hayan sentado en una mesa a conversar de este tema?”, se preguntó.

Por último, dijo que el expediente -presentado por el Ejecutivo- no será tratado en la sesión de mañana. Podría ser abordado la semana que viene “en el mejor de los casos si tiene todo y está en condiciones”, indicó. Pero solo podría ser tratado sobre tablas (eso significa que algún integrante del Concejo de pedirlo al presidente del cuerpo en la sesión, cuestión que debe ser avalado por mayoría simple) porque no tiene despacho de comisión.

 

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