Mouesca remarcó que «todos los años fueron una lucha para que Iosper cumpla, pero ahora, como estábamos en Pandemia y no podíamos ir continuamente a reclamar, directamente dejaron de pagarles».
En cuanto a Máximo, comentó que tiene 5 años, fue diagnosticado con TDA y está en la etapa de aprendizaje del habla. «Por suerte mi hijo no es agresivo ni toma remedios, pero necesita si o si sus cinco terapias: fonoaudiología, psicopedagogía, musicología, psicología y terapia ocupacional. Las medicas trabajaron con él siempre, primero de manera virtual y ahora presencial, pero dejaron de atenderlo porque desde febrero no les pagan», señaló.
En ese contexto, Nicolas aclaró que «entiende perfectamente a las profesionales» y añadió que dejaron de asistir a todos los pacientes con los que trabajan mediante la obra social. «Los que estamos en esto sabemos la importancia de que cada chico tenga sus terapias, ya cada una de ellas representa un avance en nuestros hijos», remarcó.
Y concluyó: «Trabajamos todos juntos ayudando en el reclamo mediante intimaciones y recursos de amparo con un estudio de abogados privado, pero desde Iosper dicen que ya les van a pagar y no lo hacen».