Testigos contaron que Silveyra, de 50 años, de manera imprevista "comenzó a reducir la velocidad de su motocicleta de competición, hasta que en un momento cayó pesadamente y fue atendido por los médicos de la ambulancia de emergencia".
De todos modos, falleció en un centro asistencial hacia donde fue derivado. Los pilotos, junto a los organizadores de la competencia, se reunieron y decidieron suspender las finales para acompañar en el dolor a los familiares de Silveyra.
En Concordia, la familia también es conocida por ser los propietarios de la panadería “La Espiga”