Además, otro joven, de 17, tuvo que ser trasladado a Concordia a raíz de las lesiones recibidas. Su estado era muy delicado. El resto de los que viajaban arriba lograron saltar mientras el camión volcaba. De acuerdo a lo averiguado por DIARIO JUNIO, el camión trabaja para productores de apellido Calgaro y Panozzo.
El accidente ocurrió en ruta provincial Nº 2, frente a escuela Nº 26 “Falucho”, localidad de San Pedro, Colonia Freytas, (Federación) y fue protagonizado por un camión marca Chevrolet 814, patente UNP-281, conducido Mauro Ricardo, de 34 años de edad, con domicilio en ciudad de Chajarí; que transitaba por la mencionada ruta, en sentido oeste-este, cargando bines con mandarinas, según información de la Jefatura Departamental de Policía de Federación.
El accidente se produjo luego de que se le saliese una rueda trasera del lado derecho lo que produjo el vuelco de la unidad, quedando sobre el trazado de la ruta, interrumpiendo totalmente el transito.
Sobre los cajones (bines) cargado de mandarinas, viajaban ocho trabajadores (cosecheros). Uno de ellos Pablo Germán Acuña, de 15 años, domiciliado en barrio “El Retobo” de Chajarí, sufrió aplastamiento y muerte en forma instantánea.
En tanto los otros trabajadores que viajaban en el mismo lugar, Iván Nenzu, de 17 años, sufrió traumatismo de cráneo con perdida de conocimiento, por lo que fue inmediatamente trasladado al hospital Santa Rosa de Chajarí, desde donde fue derivado en forma urgente al Masvernat.
Por su parte, Walter Fernández de 18 años, Franco David Rulera, de 19 años, Nahuel Antonio Nenzu, de 20 años, Gerardo Marcos Melgar de 19 años, Maximiliano Basualdo de 17 años e Iván Antonio Baltieri, de 30 años, resultaron con traumatismos varios, lesiones de carácter leves. Intervino, Fiscalía en turno de la ciudad de Chajarí y personal de comisarías Nº 1 de Chajari y Nº 17 Mandisovi
La situación trágica revela la situación de precariedad con la que se desenvuelven los trabajadores de actividades primarias. No sólo en muchos casos prestan servicios sin estar registrados (además de la presencia de un menor de edad con los agravantes que ello implica) sino que además se los traslada sin las más mínimas condiciones de seguridad y contrariando el sentido común. Muchas veces se observa a los trabajadores viajando sobre camiones mientras las autoridades laborales o policiales no intervienen.