Un mapa para saber donde estamos parados

Esa es la diferencia que debe remarcarse entre los periodistas y quienes no lo son. ¿Es periodista un charlatán que tiene un programa de radio para chismorrear al aire? ¿O aquel que lee noticias sin agregarle una coma y, a veces, ni siquiera cita la fuente? Los cómicos radiales y los locutores no son periodistas.

Respecto de Internet ¿qué importancia otorgarle en un medio digital a lo que sucede en las redes sociales? Subir una foto o un video pueden ser aportes muy valioso pero las buenas intenciones (siempre que las tenga lo que no sucede en todos los casos) de quien lo hace se desvirtúa por completo cada vez que otros copian y pegan agregando comentarios de toda índole, la mayoría cargados hasta la saturación de intereses, prejuicios, intolerancia y calumnias. Ya en ese punto, vale la pena preguntarse ¿tiene algo que ver eso con el periodismo?

Entonces ¿que o quienes definen quienes son periodistas? es difícil debido a que hay una gran confusión al respecto teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que trabajan en los medios de comunicación. Pero mínimamente se debe distinguir a quienes trabajan con la mayor honestidad intelectual y con un standard mínimo de profesionalidad. Quienes se preocupan por corroborar la veracidad de las fuentes de información, escuchar todas las versiones,  apelar al archivo para recordar quien dijo qué y cuando y contrastarlo con lo que dice aquí y ahora para arrinconarlo y exponerlo en una entrevista, son reglas básicas que no pueden ser soslayadas.

Podrían agregarse otras para no poner el foco siempre en la última declaración de un funcionario sino intentar trabajar con datos que contengan más sustento: estadísticas  que cuantifiquen o al menos evidencien una situación social o económica determinada. Es más complicado -muchas veces es muy difícil acceder a la información- y lleva más tiempo pero así se mejora aún más la profesión. 

¿Son normas que uno las aplica todo el tiempo en todas las notas? Nobleza obliga admitir que a veces es materialmente imposible. Una página web no es un canal de TV, una radio AM o un diario de papel con auto y hasta chofer a disposición para trasladarse y estar en el lugar de los hechos. Un grabador, un teléfono y un ordenador son las herramientas a disposición. Pero hay libertad para escribir sobre lo que uno quiera sin perder de vista las reglas expuestas previamente. Además está la cuestión temporal, el reloj siempre urge. Sin embargo, este es un día que invita a reflexionar sobre esas cuestiones y proponerse mejorar en aquellos aspectos en que se advierta un déficit o capacitarse para tener más herramientas que sirvan para abordar la realidad.

Retornando sobre la cuestión central, allí está la diferencia entre el periodista y quien no lo es: en el método, en buscar la forma de ceñirse a los hechos, acercarse lo más posible a la verdad incontrastable, sin importar la ideología dado que es imposible pedirle a alguien neutralidad absoluta. Hasta tareas sencillas como seleccionar noticias para reproducir, o más elaboradas, como elegir un titular o priorizar determinados datos en el encabezado, marcan algún grado de subjetividad.

Y aquí volvemos a la figura del mapa del principio. Hay un límite, un contorno que delimita el periodismo: en su interior está quienes lo practican, en el exterior lo otro. ¿Y que es lo otro entonces? Es indefinible pero lo seguro es que hoy no es su día definitivamente. Hoy es el día de quienes, con aciertos y errores, intentan cumplir con lo mencionado anteriormente.

 

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