El domingo, el juez Grippo libró los mandamientos a los sindicatos en conflicto, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y la Unión Docentes Argentinos (AMET) para que argumenten los motivos de la protesta que vienen llevando adelante, y que ayer sumó un nuevo paro, el número 14 del actual ciclo lectivo 2007.
Anoche, los abogados de los sindicatos docentes presentaron las argumentaciones al magistrado, quien no sólo tomó intervención respecto de la huelga de ayer, sino también deberá expedirse respecto del paro de dos horas por turno previsto para el viernes, y “sobre las medidas de fuerza por venir”.
Sin huelgas
La representación legal de los padres está en manos del abogado Rodrigo Devinar, socio de Lisandro Amavet, el abogado que consiguió con un recurso judicial similar, y a instancias de un grupo de padres de alumnos que asisten a la Escuela Nº 202 Gaspar Benavento, que la titular del Juzgado Laboral Nº 3, María Gabriela López Arango, ordenara levantar la huelga de los días 22 y 23 del actual.
En Agmer interpretaron sin embargo que ahora la presentación judicial “es más lesiva” por cuanto, de ser acogida favorablemente por el juez Grippo, inhibiría a los gremios de seguir realizando medidas de fuerza durante los próximos días. “Lo más perjudicial es que ataca las acciones por venir. El objetivo jurídico de la presentación es que mientras el juez no resuelva el recurso, nosotros no podemos realizar ninguna medida de fuerza. Y piden que la Justicia garantice el derecho de sus hijos a aprender”, explicó la secretaria adjunta del sindicato.
Madoz recordó que “en la acción anterior se buscó impedir solamente los paros de los días 15, 22 y 23, y terminaba ahí. Ahora no solamente involucra los paros de esta semana, incluidas las dos horas por turno previstas para este viernes, sino toda otra acción por venir. Por eso nosotros entendemos que la inconstitucionalidad es más grave todavía. Es más lesiva”.
En ese marco, resaltó la necesidad de resguardar “el derecho de huelga”, y cuestionó el hecho de que “ningún amparo puede reglamentar el derecho de huelga. Sería totalmente lesivo que los padres no nos permitan realizar ninguna medida de acción. En este sentido, decimos que es una acción lesiva, agresiva y peor en sus términos que la presentación anterior de los otros padres”.