Hace un mes se reunieron con el intendente Enrique Cresto. En ese encuentro, el Colegio presentó un listado de ocho puntos y uno de ellos es un inventario de todos los edificios patrimoniales. “El inventario serviría como una herramienta técnico administrativa que le va a permitir al Consejo Asesor tener los criterios de cómo se puede intervenir una propiedad patrimonial”, indicó.
En la ciudad existe abundante riqueza patrimonial pero no toda tiene la misma valía. Por ello, la idea es establecer una especie de escala de 0 al 5 donde 5 sea el grado más importante y 0 el de menos. Por ejemplo, el Palacio Arruabarrena, una obra donde no se puede intervenir en lo más mínimo, sería de grado 5.
La herramienta serviría como guía a los arquitectos para saber hasta dónde pueden llevar adelante las intervenciones. “De esa forma sabemos que se puede hacer y que no”, dijo. Lo mismo para quien adquiera una vivienda histórica, de esa forma sabe hasta donde la puede modificar.
Fernández explicó que existe un listado de viviendas protegidas pero esa tarea está incompleta. La ordenanza señala que todas las viviendas anteriores a 1940 son patrimonio pero dentro de ese lote hay algunas que tienen mayor importancia. “Hay que completarla, hay que ampliarla”, indicó. “Fue como una primer medida pero quedó ahí”, añadió.
Volviendo al Consejo Asesor, que era dirigido por el periodista Sergio Esquivel, Fernández dijo que no tenía fundamento para actuar. “Ellos podían decir ‘sí podes mantener la fachada pero podes modificar adentro’ y en realidad era la opinión de un grupo de personas donde no había arquitectos. Justamente nos fuimos porque no podíamos participar de un Consejo donde no tenían un justificativo real”, señaló.
Por ejemplo, al lado del Banco Macro, frente a la plaza 25 de Mayo, se derribó el interior de una casa antigua y quedó sólo la fachada. Fernández explicó que sólo mantener una fachada como forma de cuidar el patrimonio es un “error”. “Es una cosa vacía de contenida”, dijo. No obstante, admitió que en algunas viviendas se puede permitir esa modificación dado que sólo el frente tiene valor pero no en todas.
Otro ejemplo es el de la casa de calle Urquiza al 800. Fernández dijo que la intervención que allí se realizó pudo haber sido de acuerdo a la ordenanza vigente por lo que el Consejo Asesor dio el aval. “Por eso dejamos de participar: quedábamos a criterio de quienes participan del Consejo y hay muchos que no son técnicos”, dijo.
Antes el Consejo funcionaba “muy bien” dado que intervenían el Colegio, la secretaría de Planeamiento Urbano y profesores de Historia de la ciudad reconocidos. No obstante, desde aquellos años que el Colegio reclamaba la herramienta mencionada que nunca fue realizada.
“Todas las ciudades tienen patrimonio y se los interviene pero con respeto y con buenos proyectos arquitectónicos de acuerdo a una normativa pero en Concordia falta esa normativa”, dijo.
1. Protección del Patrimonio Arquitectónico:
Entendemos que es necesario realizar un Inventario de Protección Patrimonial, que sirva como instrumento técnico-administrativo fundamental para establecer las políticas de preservación, recuperación, concientización, formación y gestión del patrimonio. El inventario patrimonial dijo Fernández, puede servir para cumplir con los siguientes objetivos:
· Permite determinar el valor patrimonial de las construcciones o de sectores de la ciudad, para establecer a partir de ahí los grados de intervención sobre cada bien o sector urbano.
· Aporta un conocimiento calificado en particular en lo referente a los aspectos arquitectónico-urbanísticos y paisajísticos, permitiendo la elaboración de propuestas concretas de protección, intervención y desarrollo.
· Sirven para crear una política de preservación, recuperación y gestión del patrimonio.
· Establece normas claras de intervención, facilitando la tarea de los profesionales y de la Comisión Asesora para la Protección del Patrimonio.
· El conocimiento e interpretación del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la ciudad es fundamental para el crecimiento del patrimonio cultural de la misma. El aporte que se pueda hacer a través del Inventario propuesto ayudará a un mejor conocimiento de nuestra impronta cultural.
· Sirve como herramienta para generar conciencia ciudadana, identidad y memoria, como material de estudio para docentes y la comunidad en general. Preservar nuestro patrimonio es garantizar los bienes culturales de las futuras generaciones.
· Identificar las obras que conforman el inventario a través de placas o tótems que invite a apropiarse del conocimiento de la identidad del lugar, obra arquitectónica o sector urbano.