Un ingreso de necesidad y urgencia

La cola en el Banco Nación se extendía esta mañana a lo largo de la plaza 25 de Mayo.

‘No te solucionan todo’

Facundo Quiroga realiza servicios técnicos de computadoras. En su caso personal, ya venía sufriendo las consecuencias de las políticas neoliberales de años anteriores. “Nos han vaciado un poco el bolsillo. Han hecho que lo que ganamos valga menos y tengamos que gastar más”, dijo. “Y la pandemia ha complicado un poco la situación”, añadió. Además, los clientes comenzaron a escasear. “La gente está con mucho miedo de relacionarse. Eso te limita un poco”, dijo.

A eso hay que añadir que la falta de dinero en muchos sectores medios sociedad comenzó a trabar la posibilidad de que salgan los trabajos de reparación. “El tema del servicio técnico ha bajado un poco bastante”, admitió.

Más adelante, Facundo explico que pudo cobrar los dos meses del IFE. El primero lo pudo cobrar por caja mediante un código que le pasaron por mensaje de texto. Mientras que el segundo lo percibió en el banco luego de hacer la fila para el trámite que incluye el otorgamiento de una caja de ahorro.  “Ahí inmediatamente te hacen los papeles y te habilitan la caja de ahorro. Y ya podés cobrar los $ 10.000 el mismo día”, señaló.

“Es una ayuda importante, sobretodo para las personas que no tenemos un trabajo estable. Para algunas personas puede parecer poco, pero en realidad es una ayuda importante”, señaló. Facundo señaló que los $ 10.000 sirven si la persona que los recibe sabe cómo administrarlos. Puede utilizarlos para los requerimientos básicos de la vida diaria.

“En mi caso ha servido para comprar alimentos y para comprar ropa como medias”, dijo además de insumos de higiene personal. “Son $ 10.000 que sirve como ayuda. No te solucionan todo, pero si lo sabes administrar son de gran ayuda”, expresó.

Sobretodo para quienes no tienen familia, pero no es su caso. Facundo tiene dos hijos a su cargo. Por ello, sostuvo que tiene varios oficios para poder mantener a su familia. “Me dedico a hacer varias cosas. Uno se va arreglando”, dijo. En estos días está trabajando como albañil y pintor. Además, realiza labores de electricidad. “Hago de todo un poco”, mencionó. “Con eso vas suplementando”, dijo.

‘Queda en el barrio’

Florencia Grieve es artesana y tiene un merendero a su cargo en el barrio Mendieta, ubicado en zona rural, a tres o cuatro kilómetros de Villa Adela. “El IFE a nosotros nos cambió totalmente”, dijo.  En su caso concreto, parte del dinero le sirvió para invertir en porcelana fría para realizar esculturas. “Estoy haciendo duendes para vender”, dijo. De la misma forma, adquirió lana para confeccionar gorras de esa tela. “Se me complicaba. Cuando conseguí el IFE me dio pie para poder seguir”, dijo.

De no haber recibido la ayuda estatal, sostuvo que hubiese sido más difícil subsistir. “El trabajo está muy complicado. Sin el IFE la habría estado pasando bastante mal”, recalcó. Porque además debió destinar parte del dinero en urgencias como cubrir las cuentas. “Tener a los niños en casa implica más consumo”, manifestó. Antes almorzaban y merendaban en la escuela. Ahora lo hacen en el hogar y eso le implicó un gasto extra. “Teníamos cuentas y el IFE nos cubrió las cuentas”, admitió.

Florencia explicó que también es importante el circulante que genera el IFE en los barrios. “Yo nunca trabajé con ferias, siempre vendí acá en el barrio”, señaló. “Se vende porque al haber un movimiento de dinero en el barrio, la gente anda con plata y compra en el barrio”, dijo.

De hecho, mencionó que uno de sus vecinos pudo instalar una mini verdulería en el barrio. “Y ahí compramos los vecinos. Es como te decía: es un flujo de dinero que va hacia la gente humilde y queda en el barrio. Yo voy y le compro a mi vecino, compro en el kiosquito de la esquina”, dijo. “Cuando la gente de mi barrio cobra el IFE es impresionante el movimiento que hay”, remarcó. “La gente humilde compra en el barrio: en el mercadito de toda la vida. Se nota un montón”, dijo.

Y otro detalle no menor: Florencia nota que la asistencia al merendero desciende cuando la gente percibe la asistencia estatal. La gente tiene dinero para adquirir alimentos y lo consume en sus hogares. En realidad, es lo que debería suceder siempre si hubiera pleno empleo y no hiciera falta la ayuda del Estado.

‘Trabajo cuando sale algo’

David Sandoval terminó la escuela secundaria en el 2014 y actualmente es estudiante de Psicología Social en Villaguay. La vivienda de su familia está ubicada en el barrio Gobernador Cresto en la zona noroeste. “Estudio y trabajo cuando sale algo”, dijo.

David trabajó en un programa social denominado Programa Joven. “Trabaje en la planta de reciclado en la Zona Sur, en Carretera La Cruz”, señaló. “Pero se nos venció el contrato y nos quedamos sin trabajo”, explicó.

Luego decidió comenzar a estudiar y se fue a Villaguay. Es beneficiario del Progresar. Justamente, el IFE es compatible con la beca. “No alcanza, pero bueno”, dijo. El dinero lo invirtió en alimentos para un mes completo. “Vivo solo, no vivo con mis padres y fue de gran ayuda”, indicó.

David lo describe a su barrio como “bastante humilde”. “Es una zona bastante complicada con el tema laboral. Nosotros lo que hacemos es trabajo en las quintas, trabajo en negro. Hay muchos vecinos que trabajan en el Campo del Abasto”, dijo. Asimismo, hay otros vecinos que trabajan de manera independiente elaborando artículos como macetas, etc.

“Cuando se vino la pandemia no podían salir a trabajar”, dijo. La llegada del IFE fue de mucha ayuda en el barrio. “Los kioscos del barrio pudieron vender. Se movilizó un poquito la economía barrial”, señaló.

Respecto del futuro, David se mostró esperanzado en que, si bien sería bueno que el programa siguiese adelante, más importante aún sería que comience a cambiar las condiciones económicas del país. “La gente quiere trabajar. No queremos cobrar de arriba como por ahí escuchamos: ‘¿Por qué a los que no tienen trabajo sí y a los que tienen no?’. Unos hablan pero no conocen la realidad: la mayoría de los pibes de mi barrio queremos salir adelante, solo queremos que nos den las oportunidades”, indicó.  

“Yo estoy cursando una carrera terciaria y no puedo conseguir trabajo. No podemos, no hay fuentes laborales. Trabajo desde los 17 años, estuve en las quintas, en el arándano. Gracias al trabajo pude terminar mis estudios”, recalcó.  

El futuro del IFE

Zadoyko indico que en estos días se está pagando el segundo desembolso del programa estatal. “Y se lo hace a partir de esta nueva modalidad: que todo el mundo esté bancarizado. Como no se llegó al 100 % del universo que esté bancarizado, se coordinó con algunas entidades bancarias que están dentro de Grupo Petersen como el Santa Cruz, San Juan, Entre Ríos y Santa Fe, que generan automáticamente una orden de extracción para el titular”, indicó.

“Con eso evitas que la gente se concentre como fue muchísima a querer sacar turno y se vieron colapsadas, sobretodo las entidades bancarias que trabajan con pagos y beneficios del Anses, para sacar un turno para una CBU (Clave Bancaria Uniforme)”, remarcó.

Además, indicó que el tercer desembolso del IFE está definido. “Va a ser a partir del 10 de agosto”, mencionó. “Después se habla que se podría generar algo universal, pero para muchos menos beneficiarios. Por ahora no hay nada firme, oficial, pero dijeron desde el Ministerio de Desarrollo Social que se podría llegar a 4 millones en vez de 9 como se llega con el IFE. Sería un poco más selecto”, recalcó Zadoyko.

 

Autor: Guillermo Coduri

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