El año pasado, un estudio realizado por nutricionistas determinó que el costo mínimo de una ración nutritiva era, en agosto de 2009, de $ 3,60 por día. “Lo estamos actualizando y creemos que hoy supera los $ 6”, dijo Perillo. Además del dinero destinado a los comedores los directivos deben extraer un monto para comprar gas, utensilios y elementos de limpieza. “O sea que estamos diezmando también a los $ 2 de la ración alimentaria”, indicó. Los gremialistas pidieron una partida extra para esos gastos suplementarios.
“Nos preocupa que nuestros chicos reciban la cantidad de calorías, vitaminas y proteínas que necesitan”, dijo Perillo. La alimentación es fundamental en el “desarrollo neuronal del niño”.
Más adelante, indicó que el menú que se suele servir en los comedores hace inútil la presencia de cuchillos y tenedores. “La comida que se sirve es toda de cuchara: guiso, guiso de polenta, arroz hervido, guiso de arroz, fideos con algún tipo de salsa, fideo blanco. Básicamente de eso se trata la dieta”, indicó.
A principios de 2010, las partidas eran de $ 1,69 y se actualizaron a $ 2. “Pero hay comedores que todavía hoy siguen recibiendo $ 1,70. Al ministro Cáceres le llamó la atención que no todos los comedores estuvieran actualizadas las partidas. Y nosotros le dijimos que no puede no estar al tanto de esto”, señaló la secretaria de Acción Social.
Incluso, indicó que los comedores de las escuelas de jornada completa reciben la misma cantidad de dinero que las de jornada simple. “Cuando todos sabemos que una de jornada completa el alumno debe recibir dos comidas diarias”, dijo.
La respuesta de Cáceres a los planteos fue volver a reunirse el 6 de septiembre. De todas maneras, uno de los contadores que secundaban al ministro indicó que “llegaban muy ajustados a fin de mes”. De igual manera, Perillo sostuvo que están esperando que se mejoren las partidas antes de fin de año.
En el informe que entregaron a Cáceres se consigna que 140.000 chicos concurren a los comedores escolares de establecimientos primarios y medios en toda la provincia. Si bien desde el gremio sostiene que los chicos no deberían comer en la escuela sino en sus hogares, la gremialista sostuvo que el nivel de pobreza en la provincia ha empeorado y “eso ha llevado a que cada día más niños concurran a los comedores escolares”.