Parte de uno de los gigantescos galpones ubicados en la zona de la estación de trenes de Chajari, y en el que hasta hace pocos días oficiaba de depósito de la firma “Su Distribuidora” fue devorado por la llamas entre la 1:30 y las 3 de la mañana de este jueves. Por razones que se tratan de establecer, el fuego comenzó por el techo del edificio, para ir luego avanzando por las paredes y tomar todo el sector norte del galpón. Allí funcionaba un taller mecánico donde se realizaban trabajos para la empresa. Herramientas y todo tipo de elementos se perdieron en su totalidad. El galpón pertenece a América Latina Logistica (ALL), que se lo alquilaba a gente de Concordia, de donde era uno de los propietarios de la distribuidora.
Asimismo, al lado del galpón hay una pequeña vivienda, donde reside un septuagenario, como una suerte de cuidador del lugar. El hombre, de apellido López, dijo a DIARIOJUNIO que escuchó ruidos fuertes (“como una explosión”, dijo) cerca de la una y media, pero que pensó que sería el movimiento generado por gente de la distribuidora en el marco de lo que es el desalojo del predio, ya que cerró sus puertas la semana pasada. No fue sino hasta que un vecino, propinando fuertes golpes en la puerta, lo anoticio de lo que acontecía. Afortunadamente, la intervención de los Bomberos Voluntarios de la ciudad impidió el avance de la masa ígnea y las perdidas en la casa de López fueron ínfimas. También, gracias a la intervención de los bomberos, se lograron salvar un par de vehículos que estaban dentro del galpón-taller. En la parte de deposito de mercaderías, ya no había nada desde hace varios días, en virtud del cierre de la firma en la ciudad.
Peritos policiales trabajan esta mañana en el lugar del siniestro tratando de establecer las causas de su comienzo. Aunque fuentes policiales indicaron que es “muy prematuro” hablar de intencionalidad en el suceso, testigos del incendio y allegados a la firma no dudaron en señalar que el hecho podría haber sido intencional, ya que la firma, por su cierre días atrás, dejó sin empleo a casi una veintena de chajarienses, lo que había desatado ciertos conflictos entre empleados y la patronal.