Las personas que allí se encontraban ocuparon tres de los once bungalows que contiene el complejo, bajo la autorización temporaria del mismo intendente Marcelo Bisogni, ya que habrían sido desalojados de su originales viviendas.
Lo que sucedió fue que el permiso habría sido por no más de 15 días, pero los grupos de “ocupas” se excedieron en su permanencia de modo tal que fueron los mismos empleados que decidieron hablar con el presidente municipal para que interceda para el retiro.
Los empleados manifestaron que “la situación se estaba haciendo insostenible porque la gente estaba extralimitando los límites”.
Como resultado de esta ocupación prolongada, los serenos expresaron que las instalaciones sufrieron algunos daños : los vidrios rotos, el calefón del baño de mujeres no funcionaba, ruidos molestos, utilización desmedida de la línea de teléfono, además de darle un aspecto afeado a un lugar histórico y de paseo turístico.
Según informaron los empleados que desde hace años trabajan en ese lugar, esta no es la primera vez que se utilizan los bungalows del balneario para alojar familias sin viviendas, ya que en otras gestiones se ha procedido de manera similar.
Tal vez la intención de los legisladores en solicitar información de su utilización sea la de reglamentar su uso para evitar sucesos como estos que van contra el desgastado patrimonio municipal.
Y por otro lado intentar dar un mejor aprovechamiento con fines turísticos ya que muchas veces se ha oído que en épocas de importante afluencia de visitantes la ciudad se queda sin plazas para ofrecer.
