“En un primer momento cayeron las empresas que estaban al borde de la quiebra. Obviamente hay un achicamiento porque no hay ventas. Realmente la situación tiene que cambiar pronto porque sino todo se va a ir empeorando”, dijo el secretario del Centro de Empleados de Comercio Concordia (CEC), Juan José Simonetti.
Si bien no se ha producido despidos masivos, a excepción de empresas como una casa de electrodomésticos, las cesantías se produjeron debido a la reducción de personal en comercios grandes, fundamentalmente de menor antigüedad, y al cierre de pequeños comercios de uno o dos empleados.
El secretario general del CEC dijo que fundamentalmente los cierres se produjeron por las dificultades para poder mantener los gastos fijos en un contexto inflacionario, de caída del poder adquisitivo de los sectores medios que lleva a la imposibilidad de poder consumir o de hacerlo en forma esporádica.
Los comerciantes deben hacer frente al pago de los sueldos, las cargas sociales, la luz, el gas y el alquiler a pesar de que se no vende nada. O sólo “en momentos determinados o fechas clave”. “Y mantenerse todos los meses cuesta. Muchos están aguantando porque no tienen otra salida hasta que esto pueda cambiar un poquito por lo menos”, expresó Simonetti.