Un ex voluntario que denuncia hostigamiento le entregó una carta en mano al Ministro Rossi durante su visita al regimiento

Sobrecarga horaria y de tareas, días de arresto arbitrales, sin motivo aparente, que eran continuados por períodos de guardias sin descanso y maltrato psicológico son algunas de las cosas que el soldado intenta explicarle al ministro en una misiva que tiene la esperanza de ser atendida. 

En la carta Pietravallo asegura que su drástica determinación se desencadenó a raíz de los constantes malos tratos que sufría dentro del establecimiento militar de parte de los mismos actores señalados como los hostigadores del Cabo Jorge Arias quien tuviera una muerte dudosa ocasionado por dos proyectiles de fusil FAL que él mismo se habría autoinfligido. El intento de suicidio de Pietravallo fue sólo unos meses antes de la muerte de Arias.

“Todos mis compañeros salían a las dos de la tarde y a mí me dejaban hasta las once de la noche todos los días. Me daban más tareas que a los demás, era herrero, morterista y estaba en caballería. Si preguntaba por qué, o me quejaba, me daban días de arresto y cuando los cumplía me asignaban una guardia tras otra, y después arresto de nuevo por cualquier motivo, pasaban días y no me dejaban salir. No hay razones, sólo que cuando ellos (se refiere a algunos de los superiores) te ponían entre ojos, empezaban con los abusos. Algo perverso. Aquellos días mi padre había sufrido un ACV y yo tenía a mi nena enferma y no podía salir a verlos. Venía hace tiempo así y esa mañana exploté. Justo entró un compañero que me descolgó. Mi nariz ya estaba sangrando y me había desvanecido.” , relató a DIARIOJUNIO.

Luego de atención psicológica y una junta médica militar que diagnosticó “crisis histérica”, Pietravallo fue instado a firmar la baja del servicio. En la misma aseguran que la afección del ex soldado “No está en estricta relación con los actos del Servicio”. 

Hoy Pietravallo vende bollos como vendedor ambulante para subsistir con su familia.

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