En dialogo con el sitio Informando La Paz, Santini relató su historia. “En el año 1962 la empecé a construir, primeramente hice una maqueta de cartón para no desperdiciar material. Por falta de tiempo la tuve que guardar en el galpón porque yo me dedicaba al ferrocarril y al taller de pintura. Luego, en el 76’ retomé la reconstrucción de la máquina y al poco tiempo tuve que volver a parar por falta de tiempo. Finalmente en el año 2011 comencé a trabajar únicamente en la locomotora y pude terminarla”.
“Estoy muy contento porque la puse en funcionamiento y anduvo todo bien, como me esperaba”. Señaló Alberto Santini y agregó que, “funciona todo a vapor, la caldera que tiene es de 240 libras de presión hidráulica y trabaja a 100 libras de vapor, o sea 7 kilos de vapor y funciona todo bien. Esta máquina va a tener una potencia de 50 caballos de fuerza, los pistones son de doble efecto”.
“La réplica no está hecha a escala, la hice a ojo porque tengo la medida en la mente, yo conocía muy bien la quina original en la cual me inspiré. Pero está hecha en relación y en proporción. Por ejemplo: de casualidad las ruedas que yo le hice salieron a escala con la maquina grande y están a escala de 1,3. Lo único que hice a medida escala es el inyector, es el que se encarga de alimentar la caldera cuando la locomotora esta con presión, le va agregando agua.
“Tiene todas las piezas que lleva una maquina grande, no le falta nada. Funciona a carbón o a leña y también se la puede cambiar a petróleo haciendo unas refacciones, pero tranquilamente se podría hacer. El día que la hice marchar se le reventó un retén porque no aguanto la presión, pero en una semana, más tardar en veinte días la repararía y voy a volver a poner en funcionamiento. (La Fraternidad -1- es la única replica en el mundo, único ejemplar).
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