Un día menos de clases

“En menos de 48 horas se está solucionando y el 5 de enero se hizo un relevamiento. Había tiempo suficiente como para que hoy hubiésemos iniciado el ciclo lectivo normalmente”, dijo la directora. Está confirmado que esta tarde finalizan las reparaciones y mañana arrancan las actividades. “El señor está trabajando, trabajó en la mañana de ayer y hoy nos aseguró que para mañana estarán solucionados todos los problemas de los sanitarios”, dijo Vázquez.
Los problemas en los sanitarios no fueron causados por las familias inundadas que fueron alojadas a fines del año pasado. Los inconvenientes fueron agravados por la utilización de los dos cuerpos de baños, para ambos sexos, ubicados en las dos plantas del edificio escolar. “Dentro de la precariedad funcionaban pero se le dio otro uso y se fue agravando con la estadía de los evacuados. No es para culparlos a ellos”, dijo Vázquez.
En los baños faltan canillas, depósitos y puertas; hay fuelles rotos y pérdidas de agua. “Tenía que revisar las cañerías también que están tapadas porque lavaban los platos, las ollas en un lugar que está habilitado solamente para lavarse las manos”, indicó la directora. Además, hallaron vasos, monederos y botellas en las cañerías.
“Se ha solucionado lo urgente pero no deja de ser menos importante el deterioro de las paredes, de las aulas; las cerraduras que no funcionan, unas 10 más o menos y algunos vidrios rotos que también nos han quedado”, explicó Vázquez.
A la escuela concurren aproximadamente 850 chicos en ambos turnos. La directora sostuvo que este año se está incrementando la demanda. “Estaba hablando con un supervisor y nos estábamos cuestionando porque venía mucha gente de la zona sur. Aparentemente es gente que ha tenido problemas con la inundación y se está radicando en esta zona”, acotó Vázquez. En primer grado hay chicos pertenecientes a 10 familias provenientes de esa zona de la ciudad que solicitaron la inscripción.
Por último, Vázquez sostuvo que los inconvenientes que tenían con el suministro eléctrico quedaron atrás. “Se terminó la obra en julio aproximadamente. Fue una larga lucha de tres, cuatro años”, señaló. La escuela se quedaba sin energía eléctrica cuando la demanda superaba la capacidad de los cables por lo que no podía encender estufas en invierno ni ventiladores en verano. “No tuvimos necesidad de suspender clases; trabajaban de noche. Tal es así que después que se fueron los evacuados me volvieron a acompañar a solucionar las pequeñas cosas que se habían roto como para que vuelva a quedar todo como estaba”, manifestó la directora.

Entradas relacionadas