El grupo llegó con la promesa de trabajar en una quinta de arándano ubicada en Concordia realizada por una mujer que se dedica a contratar cuadrillas. Se pagaron los pasajes de su propio bolsillo y algunos incluso vinieron en moto. Muchos pidieron plata prestada para poder viajar.
Pero al arribar se encontraron primero con que la mujer no los atendía. Luego se enteraron de que recién el jueves iban a comenzar a trabajar. La encargada de contratarlos para una quinta de “De Narváez”, una mujer llamada Daniela, dijo que “hubo una mala interpretación”, del mensaje, según Cena. “No me atienden; una de las quintas es de Buenos Aires, de De Narváez. Solamente eso dijo, después no dijo más nada, ni el nombre del capataz o el encargado acá de Concordia, nada”, expresó Cena.
En consecuencia, la mujer decidió alojarlos en el patio de la casa. “Te imaginás 44 personas en el patio de una casa sin las necesidades básicas que uno necesita para vivir. Es imposible que estén ahí”, explicó el funcionario municipal.
“Tuvimos que interceder nosotros con el intendente Gerardo Chapino porque se sintieron como engañados”, indicó Cena. Además intervino el subjefe de Policía de la localidad, Héctor Alberto Acosta. No había nadie del Sindicato de la Fruta.
Las negociaciones llevaron muchas horas. “La mayoría eran desocupados. Algunos decían ‘yo tengo cuatro hijos de acá no me muevo’. En Paraná no hay laburo en ningún lado. ‘Si sale esto, por lo menos queremos juntar hasta las Fiestas’. Fueron bastante tensas las negociaciones”, señaló. La gente no se quería ir. “Imaginate, vinieron con una ilusión de trabajo; les dijeron que ganaban entre $ 500 y $ 1500 diarios. La gente vino muy ilusionada y por eso no se querían ir”, indicó.
Incluso les aseguraron que había hoteles con tarifas mensuales de $ 1.500. “No existe eso y la hotelería acá es muy chica. No creo que nadie les cobre $ 1.500 por mes para quedarse a vivir hasta diciembre”, indicó,
Como algunos tenían carpas, las comenzaron a armar en la terminal para pasar los días que faltaban para trabajar. En Federal no hay ningún albergue municipal para ofrecerles hospedaje. El camping municipal está cerrado; los baños y las duchas no están en condiciones. Además sólo se abre en temporada o para que los habitantes de la ciudad puedan ir a caminar.
No obstante, hay pronóstico de lluvia para los próximos días. Incluso, cerca de 100 milímetros podrían llegar a caer hasta el miércoles. ¿Cómo la tenés a esa gente? Es imposible que estén en carpas: es inhumano”, manifestó.
“Es la primera vez que pasa esto en Federal. Nosotros somos nuevos pero nunca escuche que haya pasado algo así”, dijo. “En Concordia están acostumbrados a esto; manejan mucho mejor la situación. Para nosotros es muy nuevo todo esto”, acotó.
El municipio se ofreció a darles comida a la noche debido a que algunos estaban dispuestos a salir a pedir algo para comer a los kioscos. “Te imaginas 44 personas, o 30, o 20 ¿Sabés el problema que le genera al dueño de ese comercio?”, indicó.
Además les dieron la posibilidad de volver en un colectivo. Y que se asesoren mejor antes de volver con la persona indicada en la quinta. “No podés dialogar con una persona por Facebook y por mensajes de texto que les cree una ilusión. Le dijimos al delegado: ‘que raro que no te viniste hasta Concordia y no te asesoraste para ver si el trabajo era éste’”, manifestó Cena.
A las 11 de la noche un grupo emprendió el viaje de regreso. A los que habían viajado en moto les dieron dinero para cargar combustible. “En estas situaciones algunos se aprovechan o capaz que es así y vienen sin plata”, dijo.
Las 18 personas que quedaron se fueron a acampar a la casa de la mujer. Aseguraron que tenían colchones y comida para los próximos días. “Ellos vinieron con la ilusión de trabajo, no tienen la culpa. Con la necesidad de trabajo que hay hoy, les ofrecen entre $ 500 y 1500 ¿sabés como se vienen?”, indicó.