La semana pasada, en Rosario, durante una sesión en que se abordaban acciones para enfrentar el tema de la seguridad local, el titular del Concejo Deliberante de Arroyo Seco, Miguel Angel Coradini, pidió «tomar el toro por las astas» y «moler a golpes los huesos» de los menores de edad y los adultos que cometen delitos, al tiempo que descalificó la reeducación o reinserción social sin privación de la libertad.
«Si alguna vez agarran y desarman a alguno muélanle los huesos, van a ver como no sale más a robar. Acá felicitan al que roba, el comisario debe estar podrido, entran y salen enseguida», fueron los dichos del consejal, quien también opinó que «al que hay que molerle los huesos es al juez» que los deja libres.
«Esto da para la risa, pero en serio, no maten a nadie, pero mátenlo a cintazos», resumió, al tiempo que se refirió a los jóvenes que cometen algún tipo de delito en la ciudad como «cuatro mocosos».
Por último, el concejal justicialista remarcó que a «a los tipos que chorean, a los pibes esos que se falopean y sacan el revólver hay que meterlos adentro» y aclaró que, personalmente, no cree en «el tema de la reeducación, de la reinserción en la sociedad de los tipos que chorean». «Al tipo que lo agarran choreando que lo reeduquen adentro. Acá le enseñan guitarra, cómo tomar la leche, mientras te cagan a palos y te roban», apuntó.
Arroyo Seco es una ciudad de 30.000 habitantes que está ubicada a 30 kilómetros al sur de Rosario. Allí, las autoridades policiales señalan que el índice de delitos no es elevado, aunque reconocen que hay un grupo de menores que delinquen y son liberados de inmediato. «Tenemos el caso de un chico de 16 que este año tiene 12 o 13 ingresos en la comisaría», dijo un vocero, según publicó el diario Clarín.
