El trabajador sanitario aseguró que la ambulancia “ha tenido muchos problemas. Se ha roto, ha trabajado una semana, se ha roto y así va”. El último inconveniente surgió dos semanas atrás. “Fue un problema eléctrico. Según el administrador, sale $ 1000 el arreglo y llegaría una partida para que la arreglen. Hace dos semanas que estamos sin ambulancia” aseguró.
Carecer de ambulancias en el Centro de Salud, «es una pelea que tenemos» dijo Velazco. «Llamás por urgencias a Emergencias (107), a veces ellos tampoco tienen y llaman a la Asistencia, quienes en ocasiones tampoco tienen» dijo. La gente debe esperar o, por sus propios medios, debe trasladarse hasta el Heras. «La gente no tiene la culpa y nosotros tampoco. Tratamos de buscar una respuesta que, a veces, ni Emergencias nos puede dar» señaló el subdelegado.
Velazco, a pesar de los inconvenientes, señaló que durante la mañana -horario en el que trabaja- «la ambulancia ha llegado rápido», indicó. «Muchas veces lo arreglamos con los médicos. Un caso de presión alta o algo así, lo arreglamos acá. Un parto o un herido un tanto grave se lo atiende rápido. El problema es cuando no hay médicos. A veces tenemos un chiquito con fiebre y no hay quien lo atienda. Tenemos que llevarlo al Heras o al Carrillo y a veces se tarda un pco más» explicó Velazco. «A veces llaman desde los barrios y le decimos que tiene que llamar al 107. O vienen acá y esperan» agregó.
Se llevaron el ecógrafo
Hasta hace una semana, el Centro de Salud tenía un ecográfo propio. Pero hace una semana que se lo llevaron al Heras. «Tengo entendido que el Director del Centro, cuando vino el Secretario de Salud que anduvo hace como 10 días, llegó con una nota para que se lo lleven porque el del Heras se había roto» dijo Velazco.
De todas formas, el ecográfo no tenía uso. «No teníamos un técnico ecografista. Desde mediados del año pasado ya no funcionaba. Había un profesional, el Dr. Quevedo, al cual le hicieron una extensión horaria pero como no le pagaban, se retiró» indicó.
El ecográfo es sumamente necesario. «Tenemos una gran demanda de embarazadas porque nosotros somos un centro regional. Viene gente de Villa Jardín, de Capricornio, de San Miguel, San Pantaleón y sería importante tenerlo acá para no mandar gente al Hospital» dijo. El único servicio que el Centro puede prestar es pedir turnos por teléfono al Hospital, así se le evita a la gente tener que ir para pedirlo personalmente.
Cuando llueve no hay teléfonos
Pero a veces ni siquiera el telefono funciona. «Cuando llueve, como hay unos cables que pasan por encima del techo, tocan el agua y hacen corto. En consecuencia queda sin luz una de las salas porque se baja una llave y también nos quedamos sin teléfono» indicó el subdelegado. Cuando no hay luz, tampoco funciona la radio. «Tenemos que ir a la Comisaría 7°, que está pegada a la sala, a pedir el teléfono» añadió. Los únicos números internos que los empleados pueden discar cuando llueve son: Heras, Carrillo, Emergencias, Asistencia Pública o al celular del director de la Sala. Aunque pueden recibir llamadas.
¿Que parte es la que queda sin luz?. «La parte de enfermería y algunos consultorios que quedan a oscuras» respondió Velazco. El problema data desde que se amplió el Centro para darle lugar al Promin, en 1998. «Es la parte que está a la izquierda del frente. Allí está enfermería y algunos consultorios» respondió Velazco.
La falta de pediatras es otro inconveniente. «A los pediatras se les dan 15 números. Y a veces, a la mañana, nos quedamos sin pediatras para atener a 8 o 9 personas que vienen con dos criaturas cada una. O, a veces, te cae gente con chicos con fiebre, vómitos o diarrea y no hay quien los atienda» indicó Velazco.
El Centro tiene asignados tres médicos pediatras. «Pero hay días que no le corresponde venir a alguno. Imaginate que ya queda chico cuando vienen los tres el mismo día» dijo el trabajador sanitario. La demanda se intensifica los días en que se reparten bolsas de alimentos y leche. «Tienen que tener un control mensual los chicos. Es lo único que se les exige. Pero ellos se demoran en venir a controlarse. La gente también tiene la culpa porque podrían tener la orden preparada para cuando viene la leche pero prefiere venir justo cuando viene la leche y en esos momentos nos quedamos sin números» indicó Velazco.
La falta de consultorios es otro escollo. «Tratamos de buscar los horarios para que no se encuentren médicos con médicos en del mismo lugar. tenemos cuatro cinco consultorios y queda chico. Sé que el director tiene pensado ampliar más adelante hacer una ampliación edilicia para traer más medicos. Por lo menos, eso le prometieron desde la provincia» indicó el subdelegado.
Velazco aseguró que esos problemas los planteó a nivel empleado-director, no a nivel gremial. «Tengo una buena conversación con el director, el administrador y el secretario del director» dijo. Velazco, a pesar de pertenecer a ATE, indicó que el tema no se planteó a nivel gremial.