Un candidato incierto en el oficialismo. Dos en el Peronismo Federal. Dos en la UCR

Tras casi ocho años de García donde se gestionaron y ejecutaron una importantísima cantidad de obras, además del abordaje que se hizo de cuestiones sociales como la niñez, la educación, el deporte, la discapacidad, la salud y otras tantas. Hasta tanto el Superior Tribunal de Justicia no se expida a favor o en contra de la posibilidad de que tanto él como mas de una docena de intendentes urribarristas puedan acceder a un tercer mandato consecutivo –algo que él ha reconocido como dentro de sus aspiraciones-, la situación es incierta. Sin embargo, la operación de prensa para colocar la figura de su esposa, Diana Verdun, como su posible sucesora, ha comenzado. Surgido como un rumor a partir de las apreciaciones de quienes observaron una mayor participación de la docente en los actos públicos junto a su esposo, el nombre de Verdun comenzó a sonar cada vez con más insistencia. Y todo esto alentado por el mismo García, quien en cada entrevista donde se le pregunta sobre la posibilidad de que su esposa sea “su” candidata para octubre, ha jugado con declaraciones ambiguas, sin confirmarla pero tampoco sin descartarla. Y en los últimos días, una polémica desatada a raíz de declaraciones de la ex diputada por Peronismo Federal, María de los Ángeles Petit, -quien acuso a García de querer perpetuarse en el poder “usando” a su mujer- y las réplicas que el edil justicialista Juan Caprotti y el grupo de “mujeres urribarristas” de Chajari le hicieron, contribuyeron a acrecentar aún más el posible rol a jugar por Diana Verdun, una mujer, en rigor, con ninguna experiencia previa en la función pública. Igualmente, es válido destacar que la gestión de García ha sido rica en presencia de funcionarias mujeres en lugares claves de su gabinete, así como tampoco es para ignorar el rol preponderante que ha tenido la actual vocal de CAFESG María Angélica Guerra, surgida de las filas del intendente y, de hecho, su compañera de fórmula en 2007. García mismo, incluso, ha aseverado que “le veo la capacidad a ella (por su esposa) y a muchas compañeras más, (que) tienen un nivel de madurez en lo personal y en lo profesional, como también en la relación con la comunidad y lo institucional”. Atrás parecen haber quedado nombres como los del actual presidente del Concejo Deliberante Abel Masetto o el senador Jose Luis Panozzo, sindicados como posibles candidatos para ocupar el máximo cargo político de una ciudad.
En tanto, desde el Frente Entrerriano Federal, dos hombres se perfilan como precandidatos a intendente. No se habla de interna, sino que a través de encuestas o sondeos de opinión, el bustismo en Chajarí pretende conocer cuál de las dos figuras es la que más aceptación tiene, para lanzarlo a la carrera por el Ejecutivo local. Se trata del transportista Roberto Guirotane y el abogado Pedro “perico” Miñones.
Guirotane participó de las elecciones de 2003 como candidato a intendente por el partido vecinalista OTP (Orden, Trabajo y Progreso), que agrupaba, principalmente, a gente del transporte y la producción. Lograron un importante caudal de votos, lo que los envalentonó para presentarse nuevamente en 2007, aunque a pocas semanas de los comicios, anunciaron que no iban a ser parte de la propuesta eleccionaria de ese entonces. Habla de “reimponer el federalismo a través de Jorge Busti, quien tiene sobrada experiencia en la gobernación y es muy conocedor de nuestra idiosincrasia y de todas las necesidades que padecemos en la provincia», aunque su militancia dentro del Justicialismo sea nula.
Miñones es abogado de la ciudad y durante mucho tiempo fue asesor legal del Municipio. Dueño de una verborragia y filosofía muy particular, tampoco es reconocido como un militante de la primera hora, e incluso reconoce que llega el Frente Entrerriano Federal por formar parte de los “equipos técnicos”, por sus más de tres décadas de experiencia en la municipalidad. Supo tener sus diferencias con el intendente García en un par de oportunidades, a partir de cuestiones ligadas con lo leguleyo y su incidencia en algunas acciones de gobierno.
Donde sí se presume que habría internas, es en el radicalismo chajariense. El contador José Carlos “pato” Zapata, lanzado de lleno a buscar la intendencia, ha insistido una y otra vez que no se baja de la competencia, lo que aparentemente lo llevaría a medirse en una posible interna con quien se presume podría ser “el” candidato del Ateneo “30 de octubre” –la agrupación que triunfó en las últimas elecciones de autoridades partidarias-, el empresario farmacéutico Patricio Barbieri. Desde algunos sectores del radicalismo local, le recriminan a Zapata el haberse “cortado solo”, y largar su campaña sin el consentimiento del grueso de los afiliados o los dirigentes de la zona.
Y por último, la Coalición Cívica también tendrá un candidato a intendente en Chajarí. Se trata del naturópata Pablo de la Iglesia, presidente de la Fundación El Despertar, un hombre que no hace muchos años llegó a Chajarí y que desde entonces ha sabido marcar profundas diferencias con la actual gestión de García. De la Iglesia participó en 2009 del grupo de dirigentes que a nivel local integraron el Acuerdo Civico y Social y siempre dejó en claro sus aspiraciones para ocupar la silla del intendente. Sin embargo, el año pasado tomó la decisión de dejar de lado sus anhelos políticos, según él, por la falta de colaboradores. Al parecer, poco le duraron los efectos del desengaño, ya que nuevamente está en carrera.

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