El chofer permanecerá en la puerta del domicilio hasta que “haya una contestación, un arreglo; que venga y ponga la cara”. El propietario del camión salió ayer de mañana de su casa y no regresó más. El 15 de noviembre, Pujol fue despedido, pero el telegrama recién llegó a sus manos el 10 de enero. “Quisimos trabajar de acuerdo a lo que nos marca el convenio y por reclamar eso, fui despedido”, indicó.
En la nota, Cosarinsky alegó que el motivo era la “falta de disminución del trabajo”. Pero el chofer la rechazó y el gremio señala que su ex-empleador debió haber agotado “resortes administrativos” ante el Ministerio de Trabajo antes de decretar la cesantía.
Entre telegramas y cartas documentos entre el Sindicato de Camioneros y el Ministerio de Trabajo, Pujol percibió el sueldo de noviembre recién el 19 de diciembre. “Me quedaron de pagar diciembre y la liquidación final por el despido”. Además de los meses reclamados, demanda sumas en concepto de vacaciones y el aguinaldo.
Pujol estaba preocupado ayer por el comienzo de clases. El secretario gremial del Sindicato de Choferes de Camiones de Entre Ríos, Osmar Verón, puntualizó que el encadenado no tenía los medios necesarios para enviar los chicos al colegio y “gracias a la solidaridad de sus compañeros camioneros y la del Sindicato” pudo enviar a sus hijos al colegio y le dieron una mano con el “sustento alimenticio”.
Verón, acompañado por otros integrantes del Sindicato, aseguró que el planteo de Pujol es válido porque fue establecido en la convención colectiva de trabajo Nº 40/89 (trabajadores camioneros). En esa reglamentación se establece que el propietario de la empresa transportista debe cumplir lo establecido allí en cuanto a escalas salariales y condiciones de trabajo. “La liquidación de los haberes se efectúa a través de los distintos ítems económicos establecidos en la convención colectiva; depende de la cantidad de kilómetros, la cantidad de jornal, control de carga y descarga, las estadías, las simple presencia, el sueldo básico y las designaciones no remunerativas establecidas”, dijo el gremialista.
Verón dijo que la mayoría de los empresarios transportistas “explota” a sus trabajadores pagándoles un porcentaje de los fletes. “Después ‘dibujan’ los recibos de sueldo mal”, expresó.
La metodología es pagar a porcentaje de los fletes y confeccionar recibos de sueldo por montos superiores (establecidos por convenio) a los que en realidad percibe el chofer. “Entonces la brecha es bastante importante. En algunos casos es hasta de $ 2.000”. Un camionero que recorre 10.000 km. al mes, con un sueldo básico y demás asignaciones debe ganar $ 3.800. “En la práctica, los patrones le pagan un porcentaje de los fletes: $ 1700, $ 1800 y en algunos casos $ 2.000”, puntualizó Verón.
Los acompañantes de Pujol aguardan que el dinero adeudado sea depositado en la cuenta de “Fondos de Terceros” que tiene la DPT (Dirección Provincial del Trabajo). “Está haciendo oídos sordos a las intimaciones que le está haciendo la DPT”, puntualizó Verón. Los inspectores de la DPT acudieron ayer al domicilio de Cosarinsky y labraron un acta, que permanece guardada en el buzón de la casa.
“Nos preocupa la intransigencia patronal del señor Cosarinsky y de la mayoría de los empresarios camioneros que actúan de la misma manera. Nosotros pedimos a la sociedad que entienda que este es un reclamo justo, y a los empresarios que respeten las condiciones establecidas para los trabajadores porque es un trabajo bastante duro y riesgoso”, sostuvo Verón.