En la mesa de emergencia de San Salvador se enteraron de los casos cuando los vieron en el SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino). «Tuvimos ahí un inconveniente que generó una cadena de contagios que está relacionada con los contactos estrechos de esas personas», señaló Larrarte. «Son todos familiares o personas muy vinculadas a este grupo de personas», añadió.
Son aproximadamente 270 personas las que están aisladas en San Salvador: una localidad de 17.000 habitantes. «A medida que van despertando síntomas, se van haciendo los hisopados», recalcó. Pero reiteró que forman parte de un conglomerado de personas que son contactos estrechos de esas personas que asistieron al encuentro social.
No obstante, al mismo tiempo, en la Mesa de Emergencia se enteraron que algunos de los asistentes al asado luego participaron de eventos en esa localidad que «están en pugna con la normativa». «Eso ha generado la cadena de contagios en la que está trabajando la Mesa de Emergencia y el sistema sanitario en forma permanente para que el virus no pase a ser de circulación comunitaria sino que se mantenga dentro del conglomerado para que sea una situacion controlable», remarcó Larrarte.
En la Capital del Arroz cuentan con el hospital San Miguel, el único efector de salud que cuenta con camas para internación. El intendente indicó que se hicieron algunas inversiones en estos meses de cuarentena como un sistema central de oxígeno. Además agregaron algunas camas. Pero no hay personas internadas. «Todos los casos son con síntomas leves o moderados. El aislamiento y la atención son domiciliarias», mencionó.
Paralelamente, el sindicato de docentes públicos Agmer cedió el salón de usos multiples de la seccional. Mediante una inversion encarada desde la secretaria de Servicios Publicos del municipio construyeron duchas nuevas con agua caliente e instalaron 40 camas de aislamiento para pacientes leves o moderados. «Tenemos un centro de atencion alternativa para las personas que no tengan condiciones de aislamiento adecuadas en su hogar: lo puedan hacer ahí», indicó. En este momento, hay tres personas ocupando camas. Eran cinco hasta hace poco pero dos fueron dadas de alta.
Larrarte sostuvo que los contagios no se produjeron fuera del conglomerado mencionado. En consecuencia, como no se replicaron en el marco de las actividades habilitadas -lo que podria ser el inicio de la transmisión comunitaria- no creen que sea necesario retroceder de fase. Pero eso podría cambiar si se detectan casos en esas actividades. «No vamos a dudar en retroceder. Lo que la gente debe entender es que las recomendaciones no son caprichos de los gobernantes sino medidas tomadas para que no sucedan estas cosas», indicó.
El intendente además sostuvo que el camino a seguir no pasa por dejar de trabajar sino evitar juntarse clandestinamente para evitar la propagacion del virus. En San Salvador, como en tantas otras localidades, se detectan fiestas clandestinas. «Todas generan vínculos de unos con otros que son los que después determinan las cadenas de contagio», añadió.