Un anfiteatro olvidado en San Carlos

El director de Cultura, Carlos Cicognini explicó que la administración del anfiteatro, al igual que otro similar pero de dimensiones reducidas que se encuentra en la plaza Sol, no depende de la dirección que encabeza. “Depende de Parques y Jardines como depende del Ente Mixto el anfiteatro que tenemos en el Parque Mitre”, explicó. En tanto, desde Parques y Paseos explicaron que el mantenimiento de todo el parque está tercerizado a una empresa de servicios aunque la fuente consultada desconocía si las tareas incluyen al escenario.
Además, Cicognini señaló que para recuperar el lugar necesita una planta de personal que atienda el anfiteatro y el equipamiento. Pero dado el antecedente negativo de una obra realizada en el castillo de San Carlos durante la administración del ex intendente Hernán Orduna, es difícil que se vuelva a realizar alguna actividad en el parque. “Se tematizó el castillo a través de una obra de teatro. Una experiencia excelente pero tuvieron problemas permanentes como el robo de los cables subterráneos, de la iluminación”, señaló. “Después terminó desarmándose la experiencia y perdiéndose todos los bienes que había aportado Turismo de la Nación”, señaló.
“Acá se necesita la cantidad de personal suficiente como para tener una custodia del lugar para evitar este tipo de vandalismo. En los lugares muy alejados del centro es muy difícil mantener las seguridad”, añadió. La única alternativa entiende que sería la colocación de un destacamento policial en la zona, tal como en la costanera.
“Esto de los anfiteatros en los lugares lejanos de la ciudad realmente no tienen vida”, dijo Cicognini. Como ejemplo citó el anfiteatro de Paraná ubicado en el Parque Urquiza. “Está excelente, muy bien construido, con todos los recursos y todos los elementos tecnológicos necesarios para que funcione. Pero en la práctica permanentemente están refaccionándolo por problemas estructurales de la barranca. Además no se usa y al no usarlo se va deteriorando por causas naturales”, ejemplificó. “Estamos hablando de una ciudad con un municipio muy fuerte y con una cantidad de habitantes muy grande”, acotó.
El responsable de Cultura aseguró que no sabía cuando se construyó el escenario. Es más, dijo que cuando asumió, hace tres años, no sabía que había un anfiteatro en San Carlos. “Sé que había uno muy antiguo hace muchos años que se había hecho en la administración de Tiscornia, en el gobierno de facto. Creo que tenía escalinatas de madera. Todo eso se había destruido, la madera no aguantó”, indicó.
“Ahora lo que se estudia y se analiza en las reuniones, congreso o seminarios sobre administración cultural es que las sociedades o gobiernos o grupos independientes cuando hay un espacio a rescatar por su valor patrimonial se piensa enseguida en que debería ser un centro cultural”, señaló. En consecuencia, se invierte mucho dinero para ponerlo en valor pero “nunca se contempla el presupuesto necesario para que la estructura pueda tener una vida activa y no quede abandonado”.
Respecto del anfiteatro ubicado en la plaza Sol: “es una escalinata suelta y un pequeño escenario que creo que no se usó casi nunca”, dijo Cicognini. Y aseguró que por ese tema discutió con el arquitecto Hartmann. “Le decía que era absurdo poner un anfiteatro allí porque no había forma de mantenerlo vigente. Que tenga una programación permanente, sustentable, sostenida”
De cualquier forma, Cicognini no se quejó del presupuesto para su área, en el caso que hipotéticamente estuviese interesado en mantener el escenario. “He trabajado con distintos dirigentes políticos en Cultura en Concordia y en la provincia y la verdad es que el intendente Bordet es la persona que ha comprendido de la manera más clara y estratégica la importancia que tiene la cultura”, señaló.
El artículo 26° de la ordenanza Nº 28.312 (Protección Natural Municipal) establece que las instalaciones existentes y futuras (tachos de residuos, señalización, juegos infantiles, mesadas, parrillas, sanitarios, bancos, monolitos, etcétera) que se encuentren dentro del predio del parque deberán ser preservadas, y resguardadas, y serán multadas según las normas vigentes aquellas personas que fueran sorprendidas ocasionando daños de cualquier tipo a las mismas, y la sustracción del total o parte de éstas dará lugar a las acciones legales pertinentes”.
No obstante, nadie controla el cumplimiento de la norma. Debajo del escenario no hay prácticamente nada para llevarse dado que lo que había ya fue sustraído. Además el piso es utilizado como baño y las paredes sirven como pizarrón de leyendas impúdicas o amenazantes. Silvia, una mujer que suele permanecer en una carpa durante la mañana y parte de la tarde en la parte superior de la lomada, dijo: “es una vergüenza como está este lugar”.
“Me da asco sinceramente. No podés sentarte ahí a tomar mate porque hay un olor impresionante que no se aguanta. A cualquier hora del día aparece gente como si fuera un baño público”, manifestó. Además, nadie se ocupa de la limpieza. “Acá nosotros (Silvia y su novio) cuando venimos los fines de semana juntamos toda la suciedad la quemamos allá. Quemamos todo lo que juntamos acá arriba también”, dijo la mujer.
“Hace poquito vinieron a cortar ahí ese pedazo de pasto y dejaron todo el resto”, dijo la mujer. El pastizal fue sesgado en el camino de ingreso y alrededor del escenario. Más lejos y en la parte superior del anfiteatro crece sin obstáculos. “Tendría que tener más vida, más ordenado, más limpio pero la gente no cuida”, señaló.

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