«La verdad, es llamativo, porque Cresto en este sentido, da un cheque de 10 pesos y lo publica, y preocupante, porque son actos que tienen una simbología muy importante, sobre todo en el contexto de las políticas nacionales que se llevan adelante en reparación histórica, memoria y derechos humanos. Pero parece que Cresto o la CTM no creen en esto», dijo Bonelli.
Las turbinas de la represa hidroeléctrica de Salto Grande, recibían el nombre de las hijas de los interventores militares del complejo hidroeléctrico, hecho que finalmente comenzó a repararse, pero aunque fue calificado como de «justicia histórica», se realizó a escondidas, sin participación de la prensa, ni de organismos de derechos humanos o instituciones de Concordia.
A instancia de un reclamo realizado por la ex detenida política Lidia Subosky a través de la Delegación de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Concordia, el entonces presidente de CTM, Juan Carlos Chagas, en el 2009 resolvió que se convoque al Concejo Deliberante de la ciudad a debatir los nuevos nombres a otorgarle a las turbinas. En esa oportunidad se le cambió a una de ellas el nombre por La Delfina, en homenaje a la compañera de Pancho Ramírez.
Hoy se procedió a retirar las placas que daban nombre a las turbinas de la represa de Salto Grande y el acto se realizó sin la participación de instituciones, ni organismos concordienses de derechos humanos. El presidente de la Delegación Argentina en CTM, Juan Carlos Cresto, no estuvo presente ni tampoco se difundió información sobre lo realizado. «Retiraron las placas, pero que nadie se entere. Es como si lo hubieran hecho a escondidas, como si no lo hubieran querido a hacer, o tuvieran miedo de contar lo que hicieron», expresó Bonelli.
En este caso, se ordenó retirar las placas que rendían tributo a los militares que fueron interventores de la obra y de CTM durante la dictadura. Pero el hecho pasó prácticamente inadvertido, lo que resulta «llamativo», expresaron desde la Delegación concordiense de la Subsecretaría de Derechos Humanos.
Finalmente, tras varios años de realizado el reclamo, se resolvió retirar las placas que daban los nombres a las turbinas del complejo hidroléctrico. Las turbinas llevaban los nombres de las hijas de los militares que fueron interventores de la represa durante la última dictadura.
Pero luego de aquello ocurrido en el 2009 no hubo mayores avances. Hasta hoy, donde se realizó un acto de relevancia histórica, comparable (con las diferencias del caso), al día en que el ex presidente Néstor Kirchner ordenó descolgar el cuadro de Videla y Bignone en el Colegio Militar.
La noticia en sí trascendió dado que fue cubierta por un sólo medio, un diario digital de la ciudad de Federación, Informe Ciudadano. Este medio destaca en la noticia que el Delegado Argentino ante CTM, Néstor Berterame, señaló el hecho como de «justicia histórica». No obstante ello, salvo Berterame, Stola y trabajadores de la represa, no hubo otros testigos de ese hecho.