Una concordiense, que vive en Buenos Aires, vino con una familia bonaerense a pasar el fin de semana largo y presentarles la ciudad de la que es oriunda. Pero la estadía en las confortables cabañas, los bellos paisajes, el preponderante buen clima y la gran variedad de ofertas que la ciudad disponía para el disfrute de los visitantes se vieron empañados por una salida rápida, y al paso, para almorzar cuando debieron abonar la friolera de 13382 pesos por 10 milanesas napolitanas con papas fritas (a un costo de 1200 pesos cada una), dos cervezas marca Corona de 710 Cm3 (611 pesos cada una) y una gaseosa pequeña, marca Coca Cola de 350 cm3 (160 pesos)
Ante el estupor y el fastidio de los comensales por el exagerado precio por tratarse de un plato tan típico y ordinario, sólo recibieron como respuesta que debieron haber mirado la carta antes de pedir.
