Este diario también pudo saber de fuentes confiables que el gobierno provincial destina más o menos 17 millones de pesos anuales a ese lugar ¿alcanza?.
Si nos atenemos a lo que se ve y si suponemos que el dinero enviado se gasta correctamente, la respuesta es más que obvia : NO ALCANZA, ES POCO.
Solo un repaso para confirmar la opinión. Las calles internas del perilago son un verdadero desastre, llena de pozos que, no solamente representan un peligro sino que son un mal aspecto para el turista que llega a ese fenomenal paraje, lleno de agua y verde.
Peor aún si pensamos en la mugre y la desidia que se observa en los baños que, se supone, deberían estar impecables al menos los fines de semana que es cuando los concordienses concurren masivamente a ese lugar.
Las termas por su parte, necesitan de una inversión mayor. Hay pasajes allí que permanecen rotos desde hace meses y nadie los arregla.
FALTA LO PEOR…
Pero lo peor de todo esto no es ni siquiera lo que contamos que es mucho. Lo peor es que no terminan de unificarse políticas destinadas a un mejoramiento de las propuestas turísticas de la ciudad.
Es increíble pensar que quienes tienen la responsabilidad de diseñar políticas turísticas para la ciudad, no puedan disponer del Lago, hacer allí lo que consideren necesario sin pedir permiso a alguien y esperar a que lo habiliten.
Nunca se ha logrado por la razón que Ud quiera, que provincia y municipio se pongan de acuerdo para llevar adelante políticas comunes en ese lugar. Pareciera que lo hacen a propósito y quizá no, pero si así fuera no se nota.
Daría la impresión que se trata de un boicot permanente ¿a quién? A nadie más que a los concordienses que son los que en definitiva padecen la situación desde hace años.