Esta campaña electoral de proyección negativa del adversario apuntala el discurso de “ratificación del cambio”. La estrategia es mostrar ante la opinión pública a la oposición como representación de personajes nocivos que amenazan y ponen en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas, la prosperidad y el futuro del país.
¿Por quién vas a votar? Tu voto importa, tiene que ayudar a la llegada de un modelo participativo, de inclusión, con desarrollo humano, que lo demuestre con hechos más que con palabras, que deje de lado las banalidades y que brinde mayores posibilidades de acceso a una mejor calidad de vida en nuestras comunidades.
Que apueste al trabajo genuino más que a la “timba” financiera, que venga a solucionar los problemas de todos los argentinos y no los problemas políticos de los círculos estrechos de influencia y presión con fines especulativos (a expensas del desarrollo integral del país generando subdesarrollo y pobreza).
Porque tu voto importa, el próximo domingo vota por quien quieras, pero hacelo con amor, en la urna no deposites odio, deposita esperanza, diálogo y encuentro, sueños y anhelos. El domingo pensá en positivo, en tu familia, amigos, vecinos, en tu vida y en la de los demás, para que de una vez por todas los problemas de los argentinos empiecen a solucionarse más que profundizarse.
Argentina tiene dos almas, una derrotada que está mirándose en su frustración, defraudada y sin expectativa, y otra mirando hacia adelante -latente en el subsuelo de la patria- que está buscando en el próximo domingo una esperanza. Yo estoy con los que miran hacia adelante, por eso mi voto es para el Frente de Todos.
Tu voto importa, pensalo, hay futuro para vos.
