"Creo que podemos encontrar las soluciones correctas para proteger a las clases sociales que representamos y a la vez mantener la unidad de nuestro partido", dijo Tsipras en una intervención en el Comité Central de Syriza.
La propuesta de congreso extraordinario, basado en la nueva composición de las bases y no con los delegados permanentes, explicó el premier, buscará "debatir la estrategia del partido a la luz de las condiciones que impone la negociación de un rescate".
De cara a la negociación de un tercer rescate, al que numerosos militantes del partido se oponen férreamente, Tsipras propuso también la convocatoria de un referéndum al interior del partido este mismo domingo, pues, añadió, es una decisión que no puede esperar.
Luego manifestó que en su opinión el partido está "políticamente obligado" a tomar la responsabilidad, porque no tienen "derecho a traicionar la esperanza de un pueblo", que le apoyó al creer que se enfrentarían a los "intereses establecidos".
Sobre su liderazgo, Tsipras retó a los miembros de su partido a pronunciarse abiertamente si creen que con otro primer ministro el Ejecutivo del partido izquierdista Syriza se encontraría en una situación mejor.
"Si alguien cree que se puede conseguir algo mejor con otro primer ministro y otro Gobierno que lo diga", afirmó Tsipras, citado por la agencia de noticias EFE.
Además, llamó también a aquellos que dentro de la formación crean que Syriza debería abandonar el Ejecutivo por no haber conseguido algo mejor de lo que había prometido a "que lo digan" y volvió a subrayar, como dijo ayer, que el rescate que se está negociando actualmente "es mejor que los anteriores".
Aseguró que las negociaciones entre Grecia y los socios europeos abrieron un periodo de reflexión sobre una alternativa de izquierdas en Europa y si hay lugar para un Gobierno de izquierdas.
"¿Hay un papel y un lugar para la izquierda en esta Europa real neoliberal? Debemos responder afirmativamente", dijo Tsipras en su intervención.
Según el primer ministro, se trata de una pregunta estratégica, porque con su posición el Ejecutivo izquierdista ha podido demostrar "la falta de flexibilidad" del modelo actual de la eurozona.
