“La orden de pago también fue hecha porque también tengo la copia y fue firmado por todos ellos”, añadió. En consecuencia, la concejal exigió, junto al pedido de informes, la documentación donde esté certificado que la adquisición de los 1.000 árboles fue anulada. “Hagamos las cosas claras, no entiendo que fue lo que pasó”, dijo.
Ravasio Gas, el proveedor de los árboles, aparentemente, no estaría inscripto en la AFIP. Lo llamativo es que el municipio recién se percató de esta situación cuando la compra directa trascendió a los medios periodísticos. “Parece como que se descubrió que hay proveedores que en realidad no están siquiera están inscriptos en la AFIP como corresponde, pero sí le facturan al municipio”.
Ayer, el encargado de Parques y Jardines, Pedro Olivieri, había señalado ayer que la compra no se había abonado por problemas de facturación de la firma Ravasio. “Se anuló la compra y el señor no puede cobrar, así que tuvo que hacer la devolución de la mercadería”, expresó el encargado.
Además, volvió a poner en el tapete que el cuestionamiento se debe, en parte, a que se trata de una compra directa de $ 14.750. “El monto de compra directa es ínfimo”, indicó. El Ejecutivo municipal puede comprar o contratar en forma directa hasta $ 921. A partir de allí, hasta los $ 9.219, está obligado a efectuar una cotización de precios. Pero en este caso se debió haber efectuado una licitación privada, método estipulado para la contratación de un servicio cuyo valor oscile entre los $ 9.219 y $ 46.095.
La edil no encuentra lógica en la compra de 1.000 árboles a un particular cuando el municipio cuenta con un vivero. “Que los trabajadores que desarrollan sus tareas ahí me respondan si no están en capacidad de producir estos árboles u otros”, expresó. Incluso, se preguntó porqué se requieren álamos, una especie que se dejó de plantar porque producen “una semilla y un polvillo” que son perjudiciales para las personas alérgicas.
Tribulatti también le respondió a Olivieri, quien pidió que los concejales se acerquen hasta su oficina para requerir información. La concejal expresó que, debido a experiencias anteriores donde se le negó información en oficinas municipales, optó por recurrir a los pedidos de informes. “Yo no puedo salir a recorrer las esquinas a preguntar cosas porque no me dan la información. No es nada sencillo, más allá que uno es concejal, que le muestren las informaciones”, explicó.