Cuando apenas se inició la investigación la lupa también se posó sobre el titular del Estudio Contable, pero esta línea investigativa fue desestimada por la amplia colaboración que prestó Marsó en la investigación de la Causa, por no haberse hallado elementos incriminatorios en su contra y porque, a diferencia de las imputadas, el profesional no se deshizo de ninguno de sus bienes hasta la fecha. En cambio María Silvana y sus dos hermanas enajenaron rápidamente sus bienes cuando comenzaron a ser indagadas.
La Fiscalía sostiene que las imputadas se quedaron con tres años de aportes impositivos de los seis empresarios y empresas que figuran como víctimas en la imputación y ya había iniciado el trámite de remisión a juicio el año pasado, pero fue apelado por la defensa en dos ocasiones. Tras los fallos de la cámara de apelaciones y del STJ, que confirman la resolución del juez de garantías, continuará el proceso este miércoles con la audiencia donde las partes ofrecen y evalúan la prueba que utilizarán en el juicio oral. En diálogo con DIARIOJUNIO el defensor de dos de las imputadas, Oscar Bacigaluppe, afirmó: “Hemos sostenido desde un principio que mis defendidas no participaron de los hechos que se las acusa” y confirmó que las acusadas iniciaron además un juicio laboral contra su ex empleador, por no estar probada la causa del despido que devino con la apertura de la investigación.
Según arguyó la parte acusatoria en esa audiencia, Silvana Lauría y sus hermanas, se valieron de la confianza depositada en ellas tanto por los contadores como por sus clientes, para apoderarse ilegítimamente de suculentas sumas de dinero que, los empresarios abonaban mensualmente en sus manos, para que las empleadas se hicieran cargo del trámite de depósito, pero en realidad nunca depositaron nada.
Con el correr de los meses se fueron generando cada vez más complicaciones. Los montos no abonados generaban deuda, la deuda generaba avisos de mora, y entonces comenzaron a acogerse a moratorias en potestad de los poderes de los damnificados, con lo que lograron extender el ardid durante tres años. El monto total es millonario, pero las acusadas –siempre según la acusación de la fiscalía- tuvieron que empezar a pagar los planes de pago para que no se enteraran los clientes que su dinero no se había depositado, y diariamente una de ellas recorría las oficinas de AFIP y Rentas para retirar la correspondencia dirigida a los clientes del estudio, con lo que evitaban que esa información llegara a manos de los damnificados o de los titulares del estudio.
Este mecanismo, que incluía la falsificación de recibos y otros documentos, se extendió desde Marzo del 2006 a Noviembre de 2010, y terminó llevándolas a la necesidad constante de seguir con el fraude.
Los gastos
Solo para graficar el volumen de capital que manejaban para sí ilegítimamente las acusadas (de acuerdo con la acusación), en un periodo de tres años, que fue lo que duró el proceso que investiga la Fiscalía, Silvana Lauría adquirió a través de su tarjeta American Express, $38.000 pesos en prendas de vestir, comprados solo en una tienda de ropa local; lo que equivale a más de $1000 mensuales, durante tres años, en una sola casa de ropa. Su sueldo en el estudio era de $3000.
Además se hallaron en el domicilio de una de las encartadas, anotaciones donde llevaban paralelamente la contabilidad del dinero defraudado, y cheques de la cuenta bancaria de Silvana Lauría, con los que fueron pagadas algunas cuotas de los planes de pago de deuda, lo que se hacía para ganar tiempo.
La confianza
Fuentes Judiciales señalaron la confianza que tanto los titulares del estudio como los clientes les tenían a las hermanas Lauría, que a menudo eran invitadas a fiestas de fin de año, o fiestas familiares.
Esta confianza forjada tras años de antigüedad en el estudio, permitió que los clientes le dieran personalmente a cualquiera de las tres hermanas, el dinero para que se depositara en, Rentas o Afip, de acuerdo con la ocasión. Según sostiene la fiscalía, al recibir el metálico, las encartadas extendían un recibo apócrifo con el que engañaban al cliente y a los titulares del estudio.
Enajenación de bienes
Otra fuente de la investigación confirmó que apenas se comenzó a investigar el caso y las acusadas recibieron la carta documento de despido, comenzaron a enajenar bienes propios, a los presuntos efectos de evadir futuros embargos.
A contramano de esto, señala la misma fuente que; “si bien al comienzo se investigó también la posibilidad de que Marsó estuviera implicado en la asociación ilícita, esa hipótesis, fue descartada cuando el contador público prestó total colaboración con la fiscalía, puso a disposición toda la documentación del estudio y no se hallaron elementos que pudieran relacionarlo con la organización delictiva” además, para la parte acusatoria no fue un dato menor, que el contador Marsó, mantuvo invariable su situación patrimonial.
Los platos rotos
El tipo de delito constituye, por cierto, una doble estafa, porque además de quedarse con dinero ajeno, el modus operandi utilizado genera deuda a las víctimas.
Los seis clientes que suscriben como víctimas, quedaron en situación de mora con el Fisco, y los titulares del Estudio contable se han hecho cargo de los planes de pago, aunque algunos de los damnificados ofrecieron volver a pagar una parte, creyéndose también responsables por haber delegado en las empleadas administrativas del Estudio, la tarea de depositar el dinero en efectivo.
La defensa
En diálogo con DIARIOJUNIO, Oscar Bacigaluppe, defensor de dos de las imputadas afirmó: “yo defiendo a Marcela y Yamina Lauría, y la postura de la defensa desde el inicio, es que mis dos defendidas no tienen ningún tipo de intervención en los hechos imputados y así lo hemos sostenido a lo largo de todo el proceso, desde las declaraciones de ellas, a los planteos defensivos que hemos venido haciendo a lo largo de todo el proceso”
En la misma línea el abogado particular asegura que “mis dos defendidas han negado, niegan y van a seguir sosteniendo el no haber participado en momento alguno de apropiación de dinero que ellas hayan manejado, administrado o confiado; no acusan absolutamente a nadie pero ellas se defienden de lo que corresponde que es de la acusación que se les está haciendo y en función de eso es que hemos planteado en su momento el pedido de sobreseimientos, que no se dieron”
Consultado respecto de la audiencia de este miércoles, Bacigaluppe dijo: “mantendremos la postura y ahora lo que se viene es el debate sobre la prueba que la fiscalía quiere incorporar, la prueba que nosotros queremos incorporar, y yo creo que va a ser una audiencia compleja porque hay testigos que se han incorporado y no sabemos realmente cual es el objetivo de la incorporación de esos testigos”
Demanda Laboral
Por otra parte, otro profesional del mismo estudio juridico, lleva adelante una demanda laboral contra Marsó, presentada por as dos hermanas defendidas por Bacigaluppe, “La parte laboral en el estudio la realiza otro colega, pero si, en efecto hay reclamos laborales. Seguramente el juez laboral para resolver va a esperar la resolución de la causa penal, pero básicamente al sostener que son inocentes, y al haber sido despedidas por supuesto manejo irregular de fondos, la causal sería por despido injustificado. Máxime, cuando una de las imputadas no se le atribuye ese hecho sino que se le atribuye no haber colaborado en la investigación y por eso la despiden” afirmó.
La audiencia será este miércoles ante el juez de garantías Ives Bastián
