La venta deberá concluir a mediados de abril próximo con la transferencia a sus nuevos dueños. Emdersa -un grupo de capitales chilenos que actualmente tiene a cargo los servicios de distribución eléctrica en San Luis, La Rioja y Salta- es uno de los seis grupos que ya adquirieron pliegos para quedarse con la mayor distribuidora eléctrica provincial. Pero la información consigna que de ese lote, hay sólo tres candidatos con serias aspiraciones: se trata de la propia Emdersa, el fondo de inversión Dolphin Fund Management, que pilotea el actual número uno de Transener, Marcos Marcelo Mindling, y la norteamericana CMS. Los otros tres, Roggio, Cartellone y PPI darían un paso al costado, aseveró la fuente.
Un año después de que el Estado asumiera el control de Edeersa- —controla el 70 % del mercado, tiene 354 empleados, atiende a 240 mil clientes, y factura, sin impuestos, 114 millones al año por venta de energía—, el Gobierno espera se concrete la transferencia a nuevos operadores privados.
El único inconveniente es la deuda que mantiene la distribuidora con el fondo buitre Ashmore y un grupo de bancos, que ya llega a los 105 millones de dólares. Se trata de una deuda en default, venció en mayo de 2004, cuyo acuerdo de pago es un requisito ineludible para los nuevos dueños.
Si en un plazo de 250 días no hay arreglo de partes sobre ese pasivo, existe una cláusula gatillo en el nuevo contrato de concesión que devolvería la distribuidora a manos del Estado nuevamente.
Aunque un escenario con una Edeersa reestatizada es el menos previsible, dicen en el Gobierno. Y de paso se cuidan de no dar pasos en falso porque son conscientes de que Ashmore, el fondo buitre que tiene la mayor parte de la deuda, está a la expectativa y podría ejecutar ese pasivo y tomar las riendas del negocio, echando por tierra con los planes de reprivatización de la empresa.