De acuerdo con la información policial proporcionada a este diario, La peligrosidad de los delincuentes y la capacidad de estos para poder vivir en la clandestinidad, a sabiendas de sus contactos fuera de la provincia, hizo que se planificara un operativo de captura reforzado.
La acción requirió la utilización de un importante número de funcionarios en servicio, y medios logísticos, de manera de poder efectuar sincronizada y simultáneamente los tres procedimientos en diferentes puntos de la ciudad, disponiendo de un factor preponderante, que fue la sorpresa con que fueron aprehendidos.
La primera de las detenciones se originó a la altura del puente Alvear, más precisamente a unos 200 mts. del puesto de la Delegacía de Toxicología, donde fue detenido Cristian Ariel Trinidad, de 34 años, previo a una persecución cinematográfica, en virtud que cuando se pretendió detenerlo estaba al mando, como chofer, de una ambulancia del Servicio de Emergencias destinada al Centro de Salud en la localidad de Benito Legeren, razón por la que emprendió la fuga en dirección a la zona norte de Concordia, y fue interceptado con una barricada de vehículos policiales, quienes a través de la frecuencia radial, permitió montar el arriesgado pero efectivo sistema de detención.
Consecuentemente al procedimiento propiamente dicho, se retuvo el móvil sanitario hasta tanto autoridades pertinentes la retiraron de la Jefatura Departamental, hasta donde tuvo que ser trasladado por razones de seguridad.
A la misma hora, acorde a la estrategia empleada, otra dotación de la División Investigaciones, se traslado al Barrio Centenario, en calles Ricardo Rojas y Feliciano, donde se Fue detenido Andrés Francisco Delfin, de 48 años, quien estaba durmiendo en su vivienda, cuando la policía rodeó la finca, no solo para evitar su fuga, sino para obviar riesgos innecesarios de cualquier tipo de enfrentamientos.
El tercer procedimiento, se produjo con colaboración del Jefe de Comisaría Segunda, Comisario Cristian Ormaechea, quién con personal a sus ordenes logró localizar y aprisionar a Sergio Fabián Spinelli, de 37 años, quien estaba en una de sus “guaridas” del Barrio Cabo 1º Sendrós, en la intersección de sargento Cabral y Gualeguay, por lo que no pudo evitar entregarse mansamente a las autoridades, por la superioridad numérica, a pesar que al arribar al lugar la policía, estaba frente a dicho domicilio a medio vestir y descalzo, lo que fue interpretado por los funcionarios como un claro indicio de que intentaba fugarse.