Tres personas de Concordia están afrontando el juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná por ser responsables de la venta de drogas al menudeo a través de un kiosco barrial. El personal policial de la Federal defendió el procedimiento que terminó con el secuestro de 163 cebollines de cocaína y una importante suma de dinero.
Los que se encuentran sentados en el banquillo de los acusados son Griselda Vicenta Chamorro de 37 años, su esposo, Ramón Romero, alias ‘Grasa’ de 36 y el padre de éste último, Fermín Romero de 64 años.
Según se conoció en el juicio que se lleva adelante en los tribunales federales de Paraná, los tres quedaron vinculados con la venta de drogas.
Los funcionarios de la Policía Federal de Concordia confirmaron que el 30 de agosto de 2012 la Justicia Federal de Concepción del Uruguay autorizó el allanamiento de dos viviendas ubicadas en calle Las Heras 1.158 y 1176 pertenecientes a los acusados quienes a través de distintas tareas investigativas fueron vinculados con la venta de estupefacientes al menudeo.
Los policías detuvieron a un par de personas que habían comprado cocaína, como también fueron demorados los tres concordienses dueños de las casas.
En la requisa se encontraron casi 9.000 pesos en efectivos en billetes de distinta denominación, 160 cebollines de cocaína que pesaron 130 gramos de la droga; además había armas, municiones, recortes de bolsas, una balanza con restos de droga y otros elementos vinculados con la comercialización de estupefacientes.
En la audiencia se observaron varias fotos en las cuales se podía apreciar como varias personas se acercaban a una ventana y retiraban droga, previo el pago de una suma de dinero.
Allí también se pudo observar al hombre de mayor cantidad de años parados al costado, haciendo las veces de campana. Los policías indicaron que el matrimonio fue visto vender la droga al menudeo a niños, jóvenes y mayores.
En el debate, el único que declaró fue Ramón Romero, quien se hizo cargo de la situación. Los dos restantes procesados optaron por abstenerse. El juicio continuará este miércoles con la declaración de dos testigos y luego se avanzará con la etapa de los alegatos.
“La droga era mía”
Romero al declarar ante el Tribunal admitió ser el dueño de la droga encontrada en la propiedad de él como del padre. Hizo la salvedad que los “cebollines” secuestrados tenían como destino el consumo a cargo suyo.
Esto derivó en que los camaristas lo consultaran sobre la cantidad llamativa que tenía en su poder que había adquirido con su sueldo. Las respuestas fueron muy contradictorias y enredadas dejando la sensación que estaba mintiendo.
La estrategia de la fiscalía a cargo de José Candioti será apuntar la idea que los tres estaban organizando en la venta de drogas al menudeo; en tanto que la defensa buscará imponer la hipótesis de la tenencia. (Uno)
