Tres años de condicional y terapia para un agresor sexual de Paraná

El hecho ocurrió el jueves 2 de enero en la capital entrerriana y tuvo amplia repercusión pública, tanto por la difusión de las imágenes del video en que se registró el momento previo al abuso sexual, como por la posterior liberación del agresor poco después de haber sido detenido por la Policía y luego de que se presentara este jueves el acuerdo al que arribaron la fiscal, Ileana Viviani y el imputado, asistido por el abogado defensor, Franco Azziani Cánepa.

El ataque tuvo lugar alrededor de las 17, cuando la víctima regresaba a su vivienda tras haber ido a un kiosco. Mientras ingresaba al edificio por el pasillo fue abordada desde atrás por Goró, quien la tomó por la fuerza, le exigió que no gritara, que se bajara el pantalón y luego la manoseó. La chica comenzó a gritar y a pedir auxilio y logró zafarse luego de que unas vecinas y la encargada del edifico escuchara los gritos y se acercaran, por lo que el abusador salió corriendo hacia calle Bertozzi.

La investigación tuvo un importante despliegue policial para dar con el agresor. Con el testimonio de la víctima, que lo describió y el registro fílmico de las cámaras de vigilancia del edificio, el personal de la Dirección Investigaciones comenzó la búsqueda hasta que identificó y localizó al entonces sospechoso. Alli, la prueba crucial fue que la víctima lo señaló en una rueda de reconocimiento y por ello fue imputado por el delito de Abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa.

En ese momento quedó excarcelado, y tras la polémica por esa decisión de la fiscal, donde hasta hubo protestas en la puerta de la vivienda del padre del abusador, se acordó el arresto domiciliario en la casa de la madre, con tobillera electrónica.

Debate por el beneficio del juicio abreviado para abusadores 

El juicio abreviado ha pasado a ser la regla en la Justicia entrerriana, sin discriminación de casos ni tipos de delitos. En la Legislatura hay un proyecto para prohibir este procedimiento para las causas de abusos sexuales.

Se originó a partir del femicidio de Micaela García, donde el asesino fue el violador serial Sebastián Wagner, quien fue liberado tras recibir una pena menor en un abreviado.

La propuesta no ha avanzado, ya que hay una fuerte resistencia en un sector de la Justicia. Uno de los argumentos para impedir este instrumento en los abusos es acerca de la relación asimétrica de poder entre el abusador y la víctima, a quien le piden el consentimiento para aplicar el acuerdo. Los que están a favor del abreviado plantean que es una forma de darle voz a la víctima en el proceso.

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