Mientras un obrero con una motosierra cortaba la imagen de madera a la altura de las rodillas y de la cintura y otro introducía una vara de hierro para sacar los pedazos de cemento en uno de los brazos amputados, uno de las personas observaba y comentaba: “que bárbaro, mirá lo que están haciendo con el cuerpo de Cristo”. Las piernas, la cintura, los brazos y el torso eran colocados en los camiones por una retroexcavadora y luego fueron trasladados hasta el puerto.
Del interior de la obra sale “como fibra y gotas de agua”. “Lo cortamos en trozos para poder ir trabajándolo”, explicó Cicognini. Debido a que el galpón de piedra es “prácticamente un horno”, la efigie se va a secar. Posteriormente, sostuvo que van a rectificar toda la superficie del Cristo siguiendo el modelo original. “Lo que está podrido se va a reconstruir”, señaló. “Lo que vamos a hacer es una estructura de hierro que lo contenga para que no corra riesgos nadie que esté cerca si eso cede en algún momento y lo vamos a unir de vuelta”, añadió.
“Habían puesto cemento y pintura sintética, y eso impedía que respire la madera”, expresó. Desde que el Cristo fue colocado en San Carlos se hicieron intervenciones cada dos años. “Teóricamente eran restauraciones pero lo que hacía el artesano artista éste era sacar la parte podrida y le mandaba cemento. Pero la parte que no estaba podrida, al mandarle cemento es una madera que impide que siga respirando”, indicó.
Cicognini aseguró que lo que se hacía era “absurdo” porque: «si vos hacés un Cristo de madera con esos troncos gigantescos no se porqué vas a enmascarar el aspecto superficial y las vas pintar con sintético. Esto es un problema de sentido común, no de entendidos”, indicó. Y ejemplificó sus argumentaciones indicando que si “querés una maceta de madera y después la vas a pintar para que parezca de cemento es absurdo”.
El artista plástico Hugo Musser comenzó esta mañana a extraer la capa superficial de pintura. “Cuando empezás a sacar la pintura empiezan a aparecer huecos y zonas podridas. La pintura tiene varias capas y además una de pintura asfáltica. Tenía una veta hermosa de pintura que fue enmascarada de pintura y eso fue lo que pudrió el árbol”, puntualizó. “Una vez que saquemos toda la pintura vamos a empezar a rellenar y a reconfigurar las formas de la mano, las piernas”, dijo Cicognini.
El material que se proponen emplear es “alguna pasta de madera del mismo tipo”. También podrían llegar a utilizar poliuretano expandido y masilla epoxi con aserrín “para que la madera pegue con madera”. La intención es seguir el “dibujo” y la “línea” original. “Que la curva se mantenga coherente con las partes que faltan”, indicó.
El director de Cultura no supo precisar el costo total que insumirá la recuperación de la obra. “Yo no soy iconoclasta pero es un ícono importante para la comunidad cristiana. Por eso se va a restaurar”, señaló.
La obra de madera reconstruida será destinada a “alguna Iglesia”, según un acuerdo que mantuvieron con el Obispado. Será colocado contra la pared por lo tanto no se prevé recuperar la inmensa cruz que lo sostenía. Si la obra de madera permanecía erigida en San Carlos “en algún momento se iba a venir abajo”.