Francisco Larocca, que es dirigente del GEN, pertenece a la Asamblea Ambiental de Concepción del Uruguay y fue candidato a senador nacional por esa fuerza en las últimas elecciones, contó que el sábado estuvo en la ruta 015 acompañando a un periodista de Concordia para “hacer una crónica” de lo que sucedía en el lugar.
Cabe destacar que el sábado por la noche, los uniformados reprimieron una manifestación que impedía el paso de camiones vibradores que viajaban con destino a la República Oriental del Uruguay para la exploración por fracking en inmediaciones de Salto.
Lo primero que quiso aclarar Larocca es que en ningún momento los asambleístas cortaron la ruta: “Estábamos afuera de la cinta asfáltica y nunca impedimos la circulación del tránsito en la ruta”, aseveró.
“Venía todo tranquilo, pero en un momento algunos gendarmes me forcejearon, me tiraron al suelo y me pegaron tres bastonazos, dos de ellos en la cabeza y otro en la espalda”, relató.
A los otros tres detenidos, Horacio De Carli, Bernando Zalisñak y Facundo Scattone Moulin “los cargaron en un camión de Gendarmería”, dijo, y contó que si bien él estaba “herido y ensangrentado” también decidieron subirlo al camión.
“Todo el mundo pedía una ambulancia, pero me subieron al camión y me trasladaron en ese vehículo a Hospital Masvernat. Tardamos un montón en llegar y en el camión no había ningún médico, por lo que llegué descompensado al nococomio”, expresó Larocca.
“Estaba herido, medio desvanecido. Llegué con 22 de presión, taquicardia y traumatismo de cráneo, y me dejaron internado en terapia intermedia”, sostuvo.
Ahí estuvo hasta la madrugada y luego lo trasladaron a la sede de Gendarmería nacional Concordia, donde estaban los otros tres detenidos: “Esto es ilegal porque ese no es un lugar de detención, pero de todos modos pasamos el sábado a la noche, el domingo y recién este lunes por la mañana nos trasladaron al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay”, indicó.
Una vez en el Juzgado, los cuatro detenidos decidieron no declarar, aconsejados por los abogados que había dispuesto “la asamblea de asambleas”, Guillermo Grande y Carlos Acosta. Y luego fueron liberados.
Malos tratos
“Estuvimos siempre incomunicados y ni siquiera nos dejaron hacer una llamada telefónica, como establece la ley”, aseguró Francisco Larocca.