Desde allí sólo se dieron feroces cruces entre ambos, con el tachero siendo una de las cabezas del MASA, espacio que se mantuvo al margen de la elección del triunvirato en 2016. Ahora, con las conversaciones para reunificar la central obrera nuevamente avanzadas, los caminos se vuelven a encontrar y en lugares similares: engrosar poder para volver a enfrentar a los Gordos.
La conducción de la CGT cerró el retorno a Azopardo del SEMUN, la línea cegetista que nuclea entre otro pesos pesados de la talla de la UOM, la Unión Ferroviaria, los telefónicos, Luz y Fuerza y más de 20 organizaciones más.
Sin cargos pero integrados a las decisiones, esos dirigentes tejen la unidad 2020 y también habían tendido puentes con Viviani, próximo a abandonar la aventura electoral del cada vez más solitario Juan Manuel Urtubey.
Moyano, a la cabeza del Frente Sindical, también negocia pensando en retomar su lugar la central obrera. Aunque parece poco probable que consiga su propósito de adelantar la renovación de autoridades, prevista para agosto de 2020, ensancha su base para potenciar sus representantes. Todo indica que Pablo Moyano y Sergio Palazzo volverían a ser sus dos principales espadas en ese camino.