De acuerdo con los registros judiciales a los que tuvo acceso DIARIOJUNIO, Víctor Javier Álvarez, fue denunciado 19 veces entre 2007 y 2008, por sucesivos hechos de violencia cometidos contra su ex pareja Vanesa Corrado, con quien tuvo cinco hijos. En el (por entonces) juzgado de instrucción Nº 1 a cargo del Juez Martín Carbonell: “Todas las denuncias las recibía el secretario que era el Dr. Castillo” aseguró una fuente relacionada con el caso. El funcionario en cuestión es el actual fiscal a cargo de investigar los dos casos de infanticidio de los que Álvarez es el principal acusado.
Entre 2007 y 2008, Álvarez es citado por el Juzgado y su abogado defensor logra que le otorguen la suspensión de juicio a prueba, (Probation), que consistía en cumplir todas las medidas que hasta el momento el Juzgado de Menores había establecido pero que Álvarez violaba constantemente, la expulsión del hogar y la prohibición de acercamiento a 200metros del domicilio familiar y de la victima, sumado a una serie de conductas básicas como no probar desorden en la vía publica, no beber en la vía publica, y concurrir diariamente a la comisaría de su barrio.
Durante la feria de verano del 2008, en el mes de enero, Corrado logra escapar con visibles signos de haber sido golpeada, y el fiscal de turno en feria en esa oportunidad, Anibal Lafourcade, ordena su detención por incumplimiento de las condiciones de la Probation. (El argumento fue que no se había presentado en la comisaría en varias oportunidades).
Finalizada la feria, la causa pasa a manos del fiscal titular de ese juzgado (Nº 1) Mario Guerrero, quien inicia el requerimiento de juicio y Álvarez estuvo tres meses en prisión preventiva. Durante el Juicio, pese a que la fiscalía había llegado a probar que incluso el condenado cubría las pruebas del abuso pegándole el cuero cabelludo con pegamento de contacto “la gotita”, el juez correccional, Miguel Ángel Giorgio no hizo lugar al pedido de 9 meses de prisión efectiva solicitado por Guerrero, por el delito de lesiones leves, y lo condenó a 8 meses de libertad condicional, atenido a las mismas reglas de conducta que ya había violado anteriormente, en abril de 2008.
Según afirmó a este medio el coordinador del COPNAF Fernando Rougier, “al tomar conocimiento de estos hechos de violencia, nosotros le ofrecimos a Vanesa Corrado y sus cinco hijos una casa y los retiramos del ambiente violento”
En ese momento, el acusado entabla relaciones con Andrea Zapata, quien ya tenía dos niños, Hugo, que entonces tenía 1 año y Gustavo que tenía 3.
Mientras tanto Vanesa Corrado inició un juicio por alimentos al que el condenado nunca contestó valiéndose de la irregularidad de su condición laboral y del pretexto de que no todos los chicos estaban reconocidos por él como propios; hasta que el 19 de septiembre de 2011, mediante un acuerdo refrendado por el Defensor de Pobres y Menores Nº 1 Diego Ponce; Álvarez y Corrado, que ya estaban separados de hecho había tres años, acordaron compartir la tenencia de sus cinco hijos, con lo que el condenado obtendría la tenencia legal de dos de sus hijos, de 9 y 11 años, se comprometía a reconocer legalmente a uno de los niños que no tenía su apellido, y a abonar una cuota alimentaria de 300 pesos mensuales, además de permitir un amplio régimen de visitas para que los niños puedan ver a su madre.
DIARIOJUNIO tuvo acceso a una copia fiel del acta, que lleva la rúbrica de Álvarez, de Corrado y del Defensor de Pobres y Menores Diego Ponce, que al ser consultado éste último sobre la falta de corroboración de los antecedentes de Álvarez antes de refrendar un acuerdo de estas características, respondió que “se trataba simplemente de un acuerdo extrajudicial; “Yo no le di la tenencia, simplemente refrendé el acuerdo; acá viene la gente y hacemos un arreglo extrajudicial, si la mamá estaba de acuerdo en que se quedaran con el papá, y el papá dice que está todo bien nosotros no hacemos una investigación previa, no somos el juzgado, hay un chequeo mínimo que hacemos pero nada más, por ejemplo a veces se hacen acuerdos por cincuenta pesos y nosotros no investigamos” contestó el funcionario judicial, minimizando su función a un mero acto de testificación. De más esta decir lo infortunada que fueron las comparaciones de cinco chicos con cincuenta pesos, y sobra… la aclaración de que el funcionario en cuestión es Defensor de Pobres y Menores, en rigor, quien debería velar por los intereses de los niños, que evidentemente no estaban siendo representados en dicho acuerdo.
Vale destacar además, que el acuerdo en cuestión tampoco fue homologado por el Juzgado de Menores, según Ponce, debido a que “no todos los acuerdos son revisados por el Juez, este no fue homologado por lo tanto no tiene valor de sentencia, porque eso queda librado al criterio de las partes, y la mayoría de las personas lo dejan así y lo cumplen porque ellos nos ven a nosotros como jueces, porque la gente a veces no entiende la diferencia entre la figura del defensor y la figura del juez, pero lo que nosotros tomamos es una simple exposición”
Para la fecha en que se firmó el acta, el 19 de septiembre de 2011, la nueva pareja de Javier Álvarez, Andrea Zapata, había dado a luz un hijo del acusado y estaba embarazada nuevamente; ese 19 de septiembre sumaron a l a nueva familia, los dos hijos mayores del acusado, que en adelante estarían a su cuidado.
LA MUERTE DE HUGUITO
De acuerdo con la información a la que tuvo acceso DIARIOJUNIO, y que se desprende de las declaraciones de Andrea Zapata en la Fiscalía, la mujer no estuvo presente en la vivienda, porque fue a dar a luz en el hospital, fue en los primeros días del 2012, cuando dio a luz al mas pequeño de sus hijos, un bebé que hoy tiene 2 meses y que nació con capacidades diferentes.
Según relató la mujer ante los funcionarios, cuando le dieron el alta y regresó al hogar donde vivía con Álvarez, los dos hijos de éste, los suyos y el pequeño de un año fruto de su relación con el detenido, notó que no estaba Hugo, de 5 años, aquel que ella había tenido de soltera, y que no era hijo biológico de Álvarez.
La mujer dijo que fueron los niños, quienes le contaron que el acusado “lo había golpeado con un palo hasta que comenzó a sangrar por todos lados y murió” para luego señalar que “lo enterró en la habitación, y después le echó el cemento encima” obviamente estas declaraciones, serán cotejadas por la fiscalía, dado que la madre de las victimas, sabe que en su condición es plausible de ser imputada por el delito de encubrimiento, y sus dichos podría estar siendo desvirtuados de la realidad, orientados a absolverse
LA MUERTE DE GUSTAVITO
Gustavo Ariel Zapata tenía 7 años, era el hijo mayor de la concubina de Álvarez, y su muerte fue el desencadenante para que se descubriera la macabra historia. Según los dichos de la testigo, que se ventilaron a través de fuentes oficiales, Zapata había concurrido al hospital para atender a su bebe de 2 meses la noche del martes 21 de febrero y debió quedarse en el hospital porque el infante fue internado, debido a complicaciones aparentemente no relacionadas con la violencia. Según contó la mujer, cuando regresó al domicilio de calle Lieberman y 57, halló a Gustadito terriblemente golpeado, adolorido y “apenas intentó moverse, se desmayó”. La mujer acudió con el niño hasta una salita de primeros auxilios, desde donde fue trasladado al Hospital Masvernat; ingresó a la guardia de urgencias a las 5.48 de la madrugada. Murió esa misma mañana.
No fue sinó hasta que Zapata fue citada a declarar como testigo y contó esta historia, que se conoció la muerte del otro niño, asesinado en el mes de enero, y cuyo cuerpo fue desenterrado, bajo varias capas de cemento, debajo de la cama del detenido ayer a las 18.00Hs. Álvarez, que estaba prófugo, fue capturado por la policía en la estación de ómnibus local, con un pasaje con destino a Buenos aires entre sus pertenencias.
Había dejado a sus hijos en casa de su padre y se disponía a desaparecer.
Actualmente los hijos de Vanesa Corrado, están con su madre, y Andrea Zapata, después de haber perdido a sus dos hijos mayores a manos de la violencia desmedida, es la principal testigo del caso, y podría ser también imputada junto con Álvarez, quien está detenido en la Jefatura de Policía hasta ahora sin imputación pero señalado como el principal acusado.
Los hijos de Zapata, un niño de un año y el bebé recién nacido, están bajo la custodia del Copnaf. Dado que es hasta el momento dudosa la participación de la mujer en los homicidios de Hugo y Gustavo.
Esta mañana, se practicó la declaraciòn por cámara Gesell de tres menores, al respecto de este caso.