El sábado, los controles se realizaron en la terminal de ómnibus, en La Rioja y San Lorenzo, Eva Perón. El domingo los inspectores de tránsito cubrieron la costanera y el Lago. A los motociclistas se les exigió el casco y la documentación del vehículo.
El encargado de Tránsito aclaró que la retención del vehículo no dura tres días, tal como lo votado por los concejales el jueves pasado, porque la ordenanza no fue promulgada. El trámite demora ocho días, y además de privación del vehículo, la multa que se le impondrán puede oscilar entre 3 y 30 juristas (cada jurista vale $ 28). Pero la retención es una prerrogativa que está vigente desde hace tiempo para Tránsito. “Siempre lo estuvimos haciendo”, dijo Salvador.
La diferencia es que, actualmente, el infractor puede recuperar en cuestión de horas su moto. “Se les retiene a las 10 de la mañana y a las 11 iba al Juzgado de Faltas, pagaba la multa; iba a Tránsito, pagaba $ 10 y se llevaba la moto”, ejemplificó Salvador.
El funcionario admitió que tienen dificultades para retener todas las motos de quienes son encontrados en infracción. “Se están reteniendo las motos en la medida de la infraestructura de la Dirección de Tránsito”, explicó. Los inspectores cuentan con un acoplado de reducidas dimensiones (capacidad para dos motos). “Sería deseable tener un vehículo grande porque si hacemos un operativo y paramos 10 o 12 motos, y tenemos que dedicarnos a otra cosa mientras llevamos esas motos”, expresó.
Respecto de los menores que conducen (recién a partir de los 16 años se permite manejar motos, y 18 años, autos), Salvador dijo que suelen detectarlos a la hora de la siesta. “Se ve que los padres son más permisivos a esa hora porque hay menos tránsito, o se escapan de los padres”, indicó. A los menores se les retira la moto y se llama a los padres. “Ahí le pedimos la colaboración y que nos ayuden un poco con eso, tratamos de concientizar a los padres de las desgracias que ocurren y después vienen los lamentos”, agregó.