Al llegar personal policial al lugar, se encontraron con el cuerpo sin vida de ambas femeninas, sobre una cama de dos plazas. Al parecer el cuerpo de la niña llevaría algunas horas de fallecida, en tanto que la muerte de la madre sería más reciente. En primera instancia se supone que la homicida habría estado pasando por problemas de salud mental, habiendo dejado una carta explicando su irremediable decisión. Para dar muerte a su hija habría utilizado un revolver calibre .22 largo, con el que mas tarde se descerrajó un disparo en el temporal derecho. Los cuerpos de ambas fueron trasladados a la morgue de Oro Verde para las autopsias pertinentes, en tanto que se hizo cargo de la investigación personal de la División Homicidios de la Policía de Entre Ríos.