Tragedia en la Autovía 14: el padre podría ser derivado a Sala 8

Romero “esta más en observación y no se le quiere dar el alta por precaución pero ni bien esté en condiciones creo que va a pasar a la parte de salud mental del hospital Felipe Heras donde hay gente especializada en el manejo de este tipo de pacientes”, señaló. Por lo tanto, no va a ser derivado a una de las salas de internación general del hospital. “Lo correcto sería derivarlo a una institución de salud mental con gente especializada en manejar estos casos”, indicó Ziggiotti.

El estado de salud de Romero es bueno en líneas generales debido a que superó una complicación respiratoria. “Está bien, sin respirador y con la medicación psiquiátrica que le indicaron los especialistas en psiquiatría”, indicó.  Según explicó el profesional médico, Romero tenía una lesión en la cadera, en la pelvis y en una vértebra cervical. “Una pequeña fractura pero es tratable. No le provocó ninguna complicación. No ha aparecido nada más grave”, dijo.

Romero, quien choco contra un camión a bordo de un vehículo que circulaba contramano por la Autovía 14, está internado con custodia policial. La semana pasada, Darío Mautone, el fiscal que investiga la causa, luego de realizar una especie de reconstrucción del hecho, constató que Romero tenía posibilidades de evadir el camión. “Se nota claramente que había posibilidades de evadir el camión o de ir por la banquina pegado al guardarrail y pasar tranquilamente sin ningún tipo de problemas. Se sigue corroborando la teoría de la fiscalía: que es un homicidio”, dijo el lunes pasado. El otro hijo, Agustín de siete años, falleció el día del accidente.

Por su parte, el hijo de Romero, Mateo de siete años, pudo superar las complicaciones con las que ingresó al hospital. “Fue intervenido quirúrgicamente hace cuatro días con una fractura que tenía en la pierna derecha, en el fémur. Fue llevado a cirugía y le colocaron unos clavos para estabilizar la factura en la pierna y en el posoperatorio evolucionó favorablemente”, señaló el director médico.

En estos momentos, el menor ingiere alimentos por sí solo, está lúcido, habla con sus familiares -principalmente su madre- y sólo le queda recuperarse de algunas lesiones que quedaron como heridas y ampollas en las piernas. Un cirujano plástico lo revisó para poder intervenir en esas heridas que quedaron como secuela del accidente. “En términos generales está evolucionando favorablemente. Lo importante es que ya se le ha sacado el respirador y está alimentándose”, indicó Ziggiotti.

Sin embargo la recuperación le va a llevar tiempo. Mateo tiene enyesado el brazo derecho y la pierna del mismo lado porque tiene fracturas en ambas extremidades. Asimismo, tiene una parálisis facial en la cara y en el brazo. “No se lo puede evaluar bien porque está enyesado y no se sabe si mueve o no bien el brazo. Esas son secuelas del traumatismo cráneo-encefálico que tuvo con los hematomas cerebrales. Pero son secuelas que quedaron; se puede recuperar. Los chicos son diferentes que los adultos y muchas lesiones que parecen ser irreversibles las recuperan: hay que darles tiempo nomás”, indicó.

Por último,  Ziggiotti destacó que en la recuperación intervino un equipo médico trabajando en la UTI pediátrica permanentemente y se solucionaron las complicaciones que aparecieron en el momento adecuado. “Es digno de destacar las labores que realizaron los médicos con este paciente”, indicó.

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