Delgado sostuvo que el director de Trabajo los llamó luego de dialogar con personas a quienes había encontrado en la ex aceitera Cipo. Se trataba de personal de cosecha alojado allí. “A su vez nosotros veníamos investigando. En la mañana de ayer se hizo un pedido de informes a la municipalidad para ver si habían constatado dado que existen ordenanzas que regulan el hospedaje de las personas que vienen a la cosecha”, explicó.
Al mediodía, Delgado mantuvo un diálogo con el intendente Enrique Cresto, quien le dijo que tenían que ir hasta el lugar acompañados por Gendarmería, Policía de la Provincia, el Copnaf y reparticiones municipales.
A las 17 se hicieron presentes en el lugar, ingresaron y constataron las condiciones de alojamiento. “Son dos galpones. Uno es grande donde había personas de ambos sexos, no tenían privacidad, había chicos menores”, dijo. El lugar no tiene agua caliente, los baños químicos eran insuficientes para la cantidad de gente hospedada. Delgado dijo que era un “desastre” el lugar. “Se necesita un baño cada 15 personas, no tenían matafuegos, no había salidas de emergencia”, puntualizó. Además los trabajadores aseguraban que les cobraban el alojamiento (por cada trabajador una bandeja por día equivalente a $ 25) y la alimentación.
El otro galpón está ubicado en el mismo predio pero un poco más alejado donde también se alojaba personal de cosecha. “A todo esto empezamos con Gendarmería y la Policía a realizar un relevamiento de las personas que estaban. Algunos pasaron sus datos y otros no”, manifestó.
La procedencia de los trabajadores era invariable: vienen de las provincias del norte como Santiago del Estero, Jujuy, La Rioja y Tucumán. Incluso hasta de países vecinos como Bolivia. Delgado dijo que el cónsul boliviano de Rosario se comunicó con él a raíz de la presencia de trabajadores de esa nacionalidad encontrados en Calabacilla la semana pasada. Desde Trabajo hicieron una denuncia a raíz de este caso por “reducción a la servidumbre”. “Nos preocupan como nos ven en Latinoamérica como país. Es una vergüenza lo que está pasando”, indicó.
Respecto del contratista, de apellido Andrini, Delgado dijo que viene trabajando desde hace tiempo y está inscripto en el registro de empresas de servicios que Trabajo habían acordado iniciar con Apama a principios de esta cosecha. En el registro hay tres empresas de servicio que reúnen 100 trabajadores en promedio.
Pero sostuvo que Andrini, declaró 199 trabajadores y lo hizo como si fueran todos de la ciudad. “No declaró que había traído gente de afuera”, indicó. Delgado dijo que iban a analizar la posibilidad de expulsarlo del registro a Andrini.
Además aclaro que como no los encontraron trabajando a los cosecheros, el acta que levantaron fue por motivos de “seguridad e higiene” en el lugar de alojamiento.
Además reclamó conciencia social a las empresas de servicio. “Por algo esta gente viene, al inescrupuloso le conviene pagarle $ 2,50 y a veces ellos corren con los gastos de pasaje en vez de contratar personal de acá de Concordia”, dijo Delgado.
“Si bien Concordia, como dijo el intendente ayer, no tiene todo el cupo para poder cosechar, no logra la cantidad de personal para lo que es la cosecha y tienen que traer personas de afuera, pero tienen que tenerlos en condiciones dignas. No pueden tenerlos tirados y hacinados sin la mínima cuestión de seguridad e higiene”, manifestó el coordinador.
La empresa de servicios de Andrini fue contratada por Extraberries SA, ubicada en la ruta 22 a la altura del km. 5. Hace poco sufrió un incendio. “Ellos nos manifestaron que han ido a trabajar ahí, a cosechar a ese campo”, dijo. “Sé que son de la familia Bulgheroni y que el presidente sería el ex presidente de la Sociedad Rural, Enrique Crotto”, dijo Delgado.
Respecto de una multa de $ 1.500.000 por un hecho similar que debió enfrentar la empresa el año pasado, dijo que “las actuaciones deben estar en Paraná a fin de ejecutarse, no sé si estará en Fiscalía de Estado”. Además señaló que Extraberries “tiene responsabilidad como dueño del establecimiento donde estaba prestando servicio esa gente”. De la misma forma, apuntó al responsable del terreno donde estaban albergados. “Ayer se presentó un seño de apellido Cardozo. Pero hay que constatar: ir a la municipalidad a Catastro o al Registro de la Propiedad y ver quién es el dueño del lugar”, mencionó.