En dialogo con DIARIOJUNIO, la abogada de Salomón, Elizabeth Moreira, dijo que “nosotros lo que queremos es que ella no pierda su trabajo, ni la casa porque está viviendo en la CGT, pero sí queremos que la pongan en blanco y le paguen indemnización por lo que le deben de carga social y demás derechos”
Según constan en actas presentadas en la denuncia administrativa, la situación en la que la mujer vive en el edificio sindical fue constatada por la escribana María José Calderón, el 23 de marzo pasado, y conforme lo detalla en el informe adjunto a la denuncia, las tareas que realiza la mujer en el edificio, exceden a las tareas domesticas del recinto circunscripto a su habitad, ya que mantiene la higiene de toda la locación, en la medida que la conducción le provee de los elementos para tal fin y se encarga también de recibir correspondencia y encomiendas como encargada del lugar.
Al encontrarse por estos momentos acéfala la CGT local, la administración de la sede y demás tareas básicas están en manos de un triunvirato, constituido por Eduardo González, (gremio de choferes de camiones), Silvia De la Loye (Gastronómicos), y Domingo Aba (La Fraternidad), que no se ha presentado a ninguna de las audiencias concertadas por la dirección del Trabajo.
En un dialogo informal un mantenido con uno de nuestros cronistas, uno de los dirigentes manifestó que “esto fue una gesto de buena fe, una mano que se le dio a esta mujer, porque no tenía adonde vivir” no obstante, y en rigor, al no existir vínculo siquiera de afiliación con la central obrera, los dichos no pueden ser tomados más que como una anécdota, en términos legales, existe trabajo, y no está registrado ni tributado.