Los trabajadores del Senasa están de huelga desde el 6 de julio. La medida impide la elaboración de permisos para el traslado de hacienda y la certificación de la producción en los puertos. “El paro en las oficinas locales hace que no se pueda enviar hacienda a los frigoríficos o a los remates de feria porque no se otorgan los permisos de tránsito pertinentes. Otro tanto ocurre en los puertos donde los granos, las semillas no pueden salir porque también dependen del documento de tránsito y de la certificación de mercadería”, explicó el delegado de ATE, Antonio Borro.
La huelga se cumple a pesar del dictado de una segunda conciliación obligatoria que ATE decidió desoír. En tanto, de no haber respuesta sobre la mesa que reunirá a las partes esta semana, las medidas posiblemente “se intensificarán”, adelantó el gremialista e hizo notar: “Se empieza a ver faltante de hacienda”.
Los reclamos comenzaron en 2008, dos años después de la promulgación del convenio colectivo del sector. “El acuerdo establece que a pedido de las partes se podía revisar el convenio cada dos años por las faltas que tenía, porque salió medio débil y a instancias de eso solicitamos en 2008 su reapertura para debatir adicionales, suplementos y funciones específicas que venimos reclamando sin hasta el momento poder abrir ese convenio”, relató Borro.
El jueves pasado el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura adelantó una oferta que consistiría en abonar el adicional por zona a los trabajadores y regularizar primero a 800 y luego a 900 trabajadores que hoy están contratados bajo diferentes figuras. El miércoles a las 14 habrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo para intentar destrabar el conflicto.