El profundo problema es empresarial y también sanitario porque la ciudad y la región se ven privadas de un centro de salud importante, en una época del año en el que aumentan las consultas e internaciones por problemas respiratorios, y en el marco de otras clínicas y hospitales públicos desbordados por la demanda.
Inversores. “La semana pasada nos recibió el ministro (Mauro) Urribarri y el secretario de Trabajo, Carlos Balla. Ellos se comprometieron a buscar empresarios que puedan invertir en la clínica. No para ganar plata sino para brindar un servicio de calidad, y además mantener una relación de respeto a los derechos de los trabajadores”, contó a EL DIARIO Germán, uno de los empleados de la Clínica España. “Eso nos da una luz de esperanza”, se entusiasmó.
El 31 de este mes, oficialmente cierra el nosocomio ya que así lo anunció hace unos días Sergo Balín, administrador y gerente de la clínica. Aún así, hasta el momento los trabajadores no han recibido ninguna comunicación fehaciente de cómo será la relación laboral en el futuro o si serán despedidos.
“Nosotros somos empleados de Clínica España. Balín firmó un comodato, un poder para administrar la clínica, desde 2 de febrero de 2015”, relató Germán. Pero el mes pasado, el gerente convocó a todos los trabajadores y dijo que con lo que cobrara del PAMI por prestaciones adeudadas, sólo iba a pagar el 50 % de los sueldos de marzo y el resto se la iba a quedar él en compensación por el dinero que había invertido. El anuncio enfureció a los trabajadores, quienes por la fuerza desalojaron a Valín y tomaron el edificio.
“Comenzamos a contactar a los dueños reales de la SRL, que son Sebastián Fouces y Enrique Passadore. Con ellos hablamos, les dijimos cómo había actuado Balín y ellos se comprometieron a pagar los sueldos con lo que entre de PAMI. Así fue, pagaron el 50 % de marzo y abril. Nosotros queremos seguir trabajando. Ellos no tienen intenciones de seguir con la clínica, pero si alguien quiere hacerse cargo están dispuestos a entregar toda la documentación necesaria. El contador nos presentó todo lo que se gasta por mes, incluidas las cargas sociales y otros gastos. Esas carpetas se las entregamos a Mauro Urribarri y al PAMI”, relató.
En la calle. Son 70 familias que si la semana próxima no se presenta otra alternativa de inversión quedarán sin su fuente de trabajo. Un porcentaje, sobre todo el personal de enfermería, tiene otro trabajo pero el resto, más de la mitad son empleados de muchos años y el sueldo que percibían de la clínica es su único ingreso.
“El promedio de antigüedad son 15 años y por eso se hace difícil encontrar algo en otro lado, además de cómo está la situación”, entendió.
Hoy tienen previsto presentarse en el desfile por el 25 de Mayo, para continuar haciendo visible su problemática.
Mientras, “el gremio está ausente. Hace mucho tiempo que no se hace presente”, aseguró Germán. “Llevamos adelante esta lucha con nuestras familias y la agrupación Juana Azurduy que nos ayuda, nos da asesoramiento legal. Nos mantenemos acá (en el edificio), nos turnamos, siempre hay por lo menos cinco trabajadores por turno más los que vienen un rato”.
Los pacientes que están capitados en la clínica son derivados al Hospital San Martín o a la Clínica Río. “Compañeros que están trabajando en el Hospital nos cuentan que está colapsado por la cantidad de pacientes. Son 15 camas en Terapia Intensiva y había ocho pacientes capitados en la Clínica España. Creemos que tienen que buscar una solución no sólo para las 70 familias de trabajadores sino también para la ciudad. Hoy hay el doble de población que hace 20 años atrás y la misma cantidad de clínicas”, concluyó.
