El dirigente gremial argentino aclaró que la gerencia de la represa hidroeléctrica tomó muy buenas decisiones cuando se decretó el aislamiento obligatorio, pero actualmente no las estarían cumpliendo. “Todo lo acordado se fue alivianando con el tiempo y hoy el aislamiento se cumple por la mitad, ya que hay sectores que siguen trabajando como los compañeros de las cabinas de peajes”, afirmó Cuevas y agregó: “Nosotros exigimos que las medidas se efectivicen por completo porque ya fueron liberados los peajes de todo el país y retirado todo el personal de cabinas, pero acá tiene que seguir con su jornada laboral, manejando efectivo y en contacto con gente, sin tener en consideración la situación de pandemia que vive el mundo y por la cual justamente se decretó el aislamiento obligatorio”
En el mismo contexto, los trabajadores del complejo detallaron en el comunicado que para evitar que técnicos argentinos y uruguayos convivan por largas jornadas laborales en un ambiente que no puede garantizar el aislamiento suficiente para evitar la propagación del virus, Salto Grande detuvo el mantenimiento de la unidad hidrogeneradora número 10, de las 14 existentes. Sin embargo, “surgieron problemas en la UH-1 que se pueden contener con una maniobra simple, de la mejor manera posible y sin involucrar muchas personas, dejando indisponible la máquina hasta que pase la emergencia». A pesar de esto, «hay jefaturas que intentan priorizar la reparación inmediata de este equipo, ignorando las disposiciones y poniendo nuevamente sobre el tapete la comparación del costo de la disponibilidad de equipos versus la seguridad de los trabajadores. Esta posición es inaceptable, máxime sabiendo que con la escasez hídrica reinante y las previsiones de lluvia que se conocen, dos máquinas paradas no harán la diferencia a los efectos de la Generación, propiamente dicha”
Por ese motivo, la Mesa Coordinadora solicita que las autoridades tengan “sentido común” y afirman que “frente a una emergencia sanitaria no se puede aplicar el criterio técnico económico normal. La disponibilidad de equipos es un lucro inútil frente al que está asumiendo la sociedad en su conjunto para mantener el aislamiento, única arma que tenemos contra la pandemia”