Trabajadores citrícolas con la ñata contra el vidrio

Hace algunos años dejó de realizarse el evento que, antiguamente, solía realizarse en los galpones del Puerto local. Camejo recordó que en ese momento la situación del sector era diferente. “Esto no es como hace varios años cuando la hacían los citricultores. Colaboraban con los empleados de la fruta. Era gratis para los trabajadores. Y se les podía dar algún premio como televisor o electrodomésticos”, indicó.

Nuevamente comenzó a realizarse hace poco tiempo, pero esta vez los organizadores decidieron cobrar la entrada. Camejo señaló que estaba muy indignado. En ese sentido, la caracterizó como una “cuestión comercial”. “No tiene nada que ver con la citricultura y con los obreros ni con los empleadores”, expresó. “No se tendría que llamar Fiesta de la Citricultura”, sostuvo.

Desde el sindicato señalaron que los empleados del sector no pueden pagar la entrada. “Para una familia tipo hay que tener como mínimo $ 1.000 para ir a disfrutar y tomar algo o comer algo con la familia. No pueden darse el lujo de ir a disfrutar una fiesta que tendría que ser de ellos para disfrutar con la familia”, señaló.

Respecto de la fiesta en sí, Camejo recordó que antes los organizadores donaban algunos bonos para el sorteo del 0 km. “O también donaban entradas”, recalcó. “Lo que se hacía antes cuando la hacía la Asociación de Citricultores cuando era realmente la Fiesta de la Citricultura y era la fiesta de los trabajadores”, recalcó.

“Los organizadores jamás me llamaron ni invitándome. El compañero Cresto por ahí se olvida que los trabajadores tienen un representante. Y también quiero decir a los organizadores que tienen que acordarse de los trabajadores que lamentablemente es una de las economías regionales más sufridas, aunque en otras provincias también las economías regionales están pasando un mal momento. Pero lamentablemente en Concordia es donde hay más pobreza que en todo el país ¿no?, se preguntó el gremialista en referencia a la última medición del Indec que ubicó a Concordia como la ciudad de mayor nivel de pobreza del país con 52,9 % de la población en esa condición. “Y con un índice de hecho delictivos que esto pasar por la falta de trabajo también”, señaló.

“Hoy ya es más una fiesta comercial. No digo que antes no lo era también porque era una fiesta muy grande y a nivel nacional reconocida. Pero lamentablemente los trabajadores no pueden concurrir por cuestiones económicas de la patronal”, dijo.

Desde el sindicato de la Fruta señalaron que la situación económica del país del país no ayuda. “Y más con la situación que tienen los empleadores que están cobrando en varias cuotas y como quieren pagan”, dijo.

De cualquier forma, Camejo mencionó que quería que llegase rápido el martes 10 de diciembre para que se vaya el delegado del ministerio de Trabajo de la Nación, Wencesleao Gadea, dado la falta de controles en la actividad. “Esta para cobrar un sueldo. Estuvo para ocupar la silla, les dio la prioridad a los empresarios y jamás, jamás se acordó de los trabajadores”, indicó.

 Sin embargo, cabe acotar que la actividad citrícola ha ingresado en un declive, respecto de las décadas del 70 y 80, en la zona. Muchas quintas fueron abandonadas y otras se trasformaron en emprendimientos de diversos tipos como ganadería, forestación u otras frutas como arándanos, sandías, etc. No obstante, Camejo recalcó que quedan bastantes quintas aún. “Tenemos el curro de los grandes empleadores acá que son las agencias de servicio que hoy cobran en gris y para el sindicato o la obra social preferimos que cobren en negro y no en gris porque tenemos que darles cobertura y no pagan ni los aportes de los trabajadores y no pagan el aporte de la patronal”, dijo.

“Es difícil para los empresarios participar de la Fiesta porque es un costo muy grande. No pueden participar tampoco los empleadores. Para poner hoy un puesto no tengo idea de cuánto le pueden cobrar, pero para ellos también se les hace difícil participar. Participan muy poquitos”, dijo Camejo.

En cambio, sigue siendo la actividad primaria preponderante en el norte entrerriano en localidades como Chajarí, Villa del Rosario, Federación. “Allá es donde más se ‘negrea’. Es el 100 % que están ‘negro’”, dijo. Incluso mencionó que en algunas inspecciones en ese departamento se han encontrado con trabajadores forestales en condiciones lamentables. “Teníamos que pasar por alguna forestación para ir a alguna quinta que quedaba detrás y veníamos la forma en que viven gente de otras provincias que vienen a trabajar así como vienen a trabajar en el citrus o en el arándano. Nosotros contábamos con el ministerio de Trabajo, pero hoy no contamos con el ministerio de Trabajo ni con la secretaría de Trabajo”, reflexionó el sindicalista.

Entradas relacionadas